viernes, 8 de febrero de 2008

"TIRAR PIEDRAS Y ESCONDER LA MANO"


¡¡Exijamos lo Imposible!!


Conjeturas

viernes, 08 de febrero de 2008
Liébano, “plumífero”; Durazo, traidor


Alvaro Cepeda Neri

El “tirar la piedra y esconder la mano”, de dos ex secretarios particulares de dos ex presidentes (Zedillo y Fox), los hace protagonistas desde la clandestinidad, de la desinformación y los ataques a través de los medios de comunicación donde tienen sus “contactos” y acceso. Son, Liébano Sáenz Ortiz, manipulando igual al ex (des)gobernador Murat que al ex priísta Diódoro Carrasco, de los cuales obtiene múltiples favores. Y Alfonso Durazo Montaño, asesor de Bours, el del nepotismo en Sonora a control remoto y en los negocios gaseros con su familia y, donde la narcopolítica y el narcotráfico son vasos comunicantes. Liébano, con Zedillo, fue un vicepresidente, con poder semejante al de Mouriño. Durazo, con Fox y “Martucha”, más o menos controló los espacios que ésta dejaba vacíos y en la disputa ganó la mamá, no de los pollitos, sino de los ratoncitos Bribiesca. Ella echó a la calle a Durazo, yéndose éste a refugiar a la capital sonorense como aliado del perverso Manuel Espino, buscando un cargo, pero los panistas ni caso le hicieron. Militó en el PRI, se pasó al PAN y en un doble salto mortal sin red, se fue al PRD, para caer en el vacío político.

Liébano está sirviendo de “plumífero” al patrón Zedillo: todo le chismea y es su recadero. Lleva ya siete años en la “grilla” y se adorna, con su jefe, de haber impulsado la (fallida) alternancia, traicionando al PRI después de vivir enchufados al presupuesto y las relaciones y buscaron conectarse con el PRD. Liébano publicó un malísimo mamotreto de “análisis” presidencial a la mexicana, obsequiándolo con dedicatoria, a quien se deja.

Y Durazo, presumiendo de “periodista”, dice que pronto publicará su texto contra el foxismo, que detuvo porque el espía Jorge Castañeda le ganó el jalón al publicar, con Rubén Valenzuela (antiguo subalterno de Durazo) un libro de chismes para defender a Fox.

Ambos apoyan a sus precandidatos... ¡a cinco años de distancia!, para la sucesión calderonista. Durazo apuesta por Bours. Liébano por Mouriño. Liébano, con Sergio Sarmiento y coro de conservadores, también atacan las reformas que impiden que la plutocracia y oligarquía inviertan en su golpismo neofascista, para sabotear los procesos electorales. Durazo usa sus “relaciones” para sus venganzas personales, mantenerse en el protagonismo y a disposición de quienes lo consideren una carta electoral para el 2009.

Durazo aspira a desplazar del corazón y el bolsillo de Bours, al senador Elías Serrano para intentar, de nuevo, ser candidato a la sucesión en Sonora, ahora que Bours (al que los militares han descubierto que sus camiones de Bachoco transportan pollos con cocaína y el comandante de la Segunda Región Militar lo señala como protector del narcotráfico: El Universal: 4/II/8), se encamina a su penúltimo informe. Los del PAN no lo quieren, por traidor. Los del PRI lo detestan por traidor. Los del PRD, nada quieren saber de él por traidor. En el ínterin, Liébano y Durazo se entretienen como francotiradores detrás del poder de la prensa a través de sus voceros. Liébano manda “mensajes”por medio de sus plumíferos.

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