jueves, 15 de mayo de 2008

"¡¡Vaya Logros..... Tristes Logros!!"


¡Tristes logros!

Rosario Ibarra

A muchísima gente le cuesta enorme trabajo tratar de entender las palabras del titular de la Secretaría de Gobernación expresadas hace apenas unos días, el viernes 9, para ser exactos. Según la prensa, él dijo: “Asesinato de mandos policiacos, signo de los logros contra el crimen”... Y el pueblo dice a veces por lo bajo y otras indignado: “¡Vaya logros... tristes logros!”.


Y es que a la gente sencilla, a la mayoría de este noble y generoso pueblo, la muerte le duele, trátese de quien se trate, porque entiende el dolor de los que aman a los que mueren y la inutilidad de la muerte, con la que muy seguido en el poder ven la “solución” de los males que muy seguido también desde esa altura se han originado.

“¿Quién o quiénes han sido y siguen siendo los responsables de que tengamos hambre?”, pregunta mucha gente a la que nadie de los de arriba escucha. ¿Quiénes son los culpables de que miles de mexicanos dejen sus tierras, otrora fértiles y pródigas, y se vayan a sufrir o a morir al otro lado del río Bravo? ¿Quiénes son los responsables de la corrupción de “los de abajo”, cuando desde muy arriba “ponen el ejemplo”?

Estas y otras muchas cosas, palabras más, palabras menos, pero siempre en el mismo tono de queja, suelen escucharse en cualquier parte del país habitada por gente pobre, harta de promesas no cumplidas, decepcionada de la conducta de los funcionarios de “alto nivel”; ahíta de engañifas, de fraudes, de tropelías...

Pobre y sufrido pueblo mexicano, hastiado de dolor....

¿Sabrán siquiera —suelen preguntar—, sabrán “las autoridades” cuántos niñitos mueren donde vivimos los pobres?... Y hay quienes les contestan: “Ni siquiera quieren ver las estadísticas”... Pero “arriba” no falta el cínico que diga: “Al cabo ‘esa gente’ cada rato tiene hijos”... Y un imprudente de más alto rango agrega con obscenidad inaudita: “Es bueno eso de no ver televisión, ¿no creen?”, y se regodean en su “ingenio” y se solazan en el escarnio que sus palabras y su menosprecio hacen a los pobres, a los que para ellos, los ricos y poderosos, nada significan...

Pero más les valdría tomarlos en cuenta porque —repito— los pobres se cansan de aguantar, de soportar en silencio el trato que se les da; sea del conglomerado que sea y en algún lugar, pese a las consecuencias que se avizoren, puede brotar el torrente de la inconformidad tanto tiempo detenido... Hasta policías y soldados (pueblo uniformado) se cansan de morir sin honor... y su gente, sus familias también sufren.

Desde el sitial del poder, desde hace muchos años, se han ido creando impunidades vergonzosas, impuestas criminalmente, en desacato inmoral a la Constitución, que han dado a los pobres en uniforme la facultad de maltratar a sus congéneres civiles, mientras que ante los ricos se humillan...

Pero, el día llegará en que los pobres, de un bando y del otro, se unan contra los que por años los han ofendido y humillado y maltratado... y esos sí no serán tristes logros.

Dirigente del comité ¡Eureka
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¡¡Exijamos lo Imposible!!

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