miércoles, 25 de junio de 2008

PALEAR SU PROPIA TUMBA

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Sin Gafete

Isabel Arvide
La victimización de Santiago

O todos los caminos conducen al fracaso

Ríos interminables de tinta, alguna pagada, han circulado después de la remoción de Santiago Creel en un vano intento de “victimización” que intenta fortalecerlo políticamente.

Se trata, vil estrategia mediática, de sustituir la falta de talento con un esquema de mártir de las “bajas pasiones” del poder sexenal. Cuando, en realidad, Creel no es sino el arquitecto de su propia tumba política, con todo y los garigaleados de sepulcro blanqueado.

Se habla, incluso, de una “renuncia” al PAN que en los hechos gustaría enormidades al panismo duro, recalcitrante, de siempre, que lo ha visto como un intruso que, además, ha sido totalmente descalificador para los intereses de ese partido.

No se trata solamente de la “grisura” de su paso por la Secretaría de Gobernación, junto a Vicente Fox y bajo las órdenes de la señora Marta, que de por sí sería suficiente para lapidarlo, sino de su falta de compromiso existencial para todo. Incluyendo aquí su vida personal.

Porque de la paternidad reconocida tardíamente sobresale esto y, también, el oportunismo.

Creel como tantos hombres maduros decidió abandonar un matrimonio que no le era funcional, no lo hizo muerto de amor por la madre de su hija, ni siquiera por sus tardes compartidas en el Desierto de los Leones, como tuvieron a bien enterarnos en la prensa del Corazón, sino para perseguir otras quimeras.

No debemos olvidar que solamente el “Jefe” Diego Fernández de Cevallos ha conseguido éxito en su aventura vital al lado de una joven mucho menor que él a quien, por cierto, le construyó una carretera.

Todo lo demás, dentro de los panistas, no ha sido sino una mala imitación, una caricatura desafortunada.

La mentira como “modus vivendi” en los tiempos de la “pareja presidencial” dio buenos dividendos, pero sigue siendo un pecado sin perdón en la estructura rígidamente moralista del panismo tradicional. Y qué bueno que así sea, tienen todo el derecho de ser como les da su gana.

Santiago Creel dejó de ser coordinador, supuesto líder (impuesto a diferencia del cabildeo difícil y tejido con extremo cuidado desde muchos meses antes de la elección por Manlio Fabio Beltrones en el PRI) de los senadores panistas porque así convino a los intereses de su partido y del Presidente de la República. Punto.

Intentar lucrar políticamente con esto es, además de inmoral, poco eficiente. Las reglas del poder son, siguen siendo. Y en éstas manda el que manda.

El mensaje presidencial de que será él, exclusivamente, quien opere la sucesión presidencial dentro del PAN, ha quedado establecido con total claridad. Santiago es, ha sido siempre, un ciego que no quiere ver. Sus caminos están, definitivo, cancelados. Al menos en la política nacional. Ahora bien, si quiere protagonizar una versión fílmica de “Aventurera” como uno de los pachucos sería otra historia porque ni siquiera el papel de “El Pantera” le queda bien…

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