lunes, 28 de julio de 2008

JESSE HELMS ... ¿ERA HUMANO?

¡¡Exijamos lo Imposible!!
ADIÓS MISTER HELMS,
VÁYASE AL INFIERNO

Cuando mueren sujetos como Jesse Helms, el senador ultrarreaccionario que dio su nombre a la ley de recrudecimiento del bloqueo norteamericano contra Cuba, los marxistas nos sentimos atravesados por una contradicción.

En tanto humanistas no debiera alegrarnos la muerte de un ser humano. Como marxistas y amigos de Cuba, nos alegra que se vaya de la faz de la tierra un elemento tan fascista como ese senador. Y para mitigar esa contradicción hasta nos preguntamos: ¿Helms era humano?

Semejante disquisición filosófica empieza a aclararse cuando se plantea en concreto de quién era este tal Helms muerto el 4 de julio, día de la independencia de EE UU. Infeliz coincidencia, porque es seguro que si hubiera vivido en 1776 se habría alineado con la metrópoli Londres antes que con las colonias que empezaron a guerrear por su autonomía.

Lo que importa más desde el punto de vista de la solidaridad con Cuba es que el republicano Helms, junto a Dan Burton, logró en marzo de 1996 que la administración demócrata Clinton les promulgara la ley que lleva sus nombres (Helms-Burton) para agravar el bloqueo contra la patria de José Martí. Habilitó las demandas judiciales contra Cuba por la utilización de viejas propiedades expropiadas por la revolución en 1959. Y lo que es peor, dio aplicación extraterritorial al bloqueo, extendiéndolo a empresas ubicadas en terceros países, que también debían acatarlo so pena de sufrir sanciones.

Pero Helms no fue sólo eso. Fue un racista que calificó a la Universidad de Carolina del Norte de “cueva de negros y comunistas”. Rechazó la Ley de los Derechos Civiles de 1964 que prohibía la discriminación en escuelas, trabajo y lugares públicos. Para él los negros eran seres inferiores. También se opuso a que el Estado ayudara a los enfermos de SIDA, afirmando que no debía gastarse más dinero “pues se enfermaron como resultado de conductas deliberadas, repugnantes y asquerosas”. Como titular del Comité de Relaciones Exteriores, Helms apoyó abiertamente a la dictadura de Videla y a todas las demás asociadas del “Plan Cóndor” que fueron plaga sanguinaria en América Latina. En 1977 se opuso a la firma de los tratados Carter-Torrijos para la devolución del canal de Panamá, que quería conservar a toda costa.

En fin. Que cuando uno recapitula la biografía del muerto, decididamente le sale el marxista de adentro y relee a Mario Benedetti, que en 1963 escribió “Obituario con hurras” pensando en otro hijo de puta: “vamos a festejarlo / a no volvernos flojos / a no olvidar que éste / es un muerto de mierda”.

No hay comentarios: