lunes, 20 de octubre de 2008

Desvariando con Carlos Fuentes

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Bucareli
Jacobo Zabludovsky

Carlos Fuentes
20 octubre 2008

Nunca en mi vida he visto un país tan difícil como México en este momento”, dice Carlos Fuentes.

Al cumplir 80 años, Fuentes es, además del escritor mexicano más leído, no poca cosa, uno de los intelectuales más solicitados en el mundo para conferencias, encuentros, mesas redondas y lecciones magistrales. Y de los más premiados. El rey de España le entregó hace ocho días el primer Premio Internacional Don Quijote de la Mancha. El jueves inauguró los cursos de la Universidad de Alcalá de Henares y después, con el rey, el foro de América. A ese ritmo seguirá en España, donde es figura popular, hasta el lunes próximo con una plática en la Casa de América, pequeña para recibir a quienes no se la quieren perder.

Como en una rendija de su agenda, presentó esta semana en Madrid su última novela, La voluntad y la fortuna. Evoca para Bucareli la primera, La región más transparente, aparecida hace 50 años. “Incorporé por primera vez a la ciudad en la novela mexicana, que estaba muy ocupada todavía de la Revolución. Había dos grandes novelas que culminaron el tema, digamos, del campo, que eran Al filo del agua de Yáñez y Pedro Páramo de Rulfo, yo creo que la mejor que se ha escrito en México, pero dije caramba, después de esto no se puede uno acordar ya de la Revolución, de los campesinos, de los caciques, del campo y ¿quién se ocupa de la ciudad de México como protagonista de la novela? Ese fue mi impulso cuando tenía 25 años; escribir una novela en la que la ciudad de México fuera protagonista y he seguido con esa obsesión como te lo demuestra La voluntad y la fortuna que vuelve a ser urbana. Los personajes no son retratos sino prototipos inventados por mí que toman de aquí y de allá rasgos de personas vivas pero no se basan en nadie en particular”. Le pregunto qué escribe ahora. “Mira, tengo ya otra novela terminada, se llama Aquiles el guerrillero y el asesino, que pasa en Colombia. Cuento la historia de Carlos Pizarro, un joven de la clase media que fue la cabeza de una guerrilla en los años 80 cuando la guerrilla fue penetrada por el narco, la abandonó para hacer política en su país, fue candidato a la presidencia y fue asesinado en un vuelo de campaña por un joven sicario que salió del baño y lo mató a tiros. Enseguida las guardias de Pizarro, que no supieron protegerlo, mataron a este muchacho de 17, 18 años y encontraron en su zapato, imagínate Jacobo, qué cosa tan terrible, una nota que decía: no se olviden de pagarle a mi mamacita los dos mil dólares que me prometieron, dos mil dólares le costó la vida a este chico”.
¿Cómo ves a México en este octubre borrascoso? “Los desafíos del narcotráfico son enormes para nuestro país y no sé bien cómo se van a atacar, cómo se van a resolver. Yo digo de broma que llamaría a la policía alemana para que pusiera todo en orden. Quizá pediría al presidente Calderón que hable con el presidente Obama y se den cuenta de que el problema del narco es bilateral, lo compartimos México y Estados Unidos y no es, como ha pensado Bush, un problema que sólo México le crea a Estados Unidos. Finalmente, Jacobo, los grandes capos no son estos pequeños capos mexicanos, están en Estados Unidos.

Los bancos lavan el dinero y quienes reciben los grandes beneficios son gente que no conocemos, no sabemos quiénes son. Esto hay que arreglarlo, combatirlo mediante un acuerdo fundamental entre los dos jefes de Estado, el de México y Estados Unidos. En cuanto al crimen y a la peligrosidad en nuestro país, yo creo que debe haber un gran programa, muy parecido, sabes, al de Franklin Roosevelt en los años 30, el ‘nuevo trato’. Quiere decir: tenemos en México mano de obra barata que seguramente ya no va a ir a Estados Unidos porque nos van a cerrar la frontera. Tenemos que emplearla en México y necesitamos que haya infraestructura, puentes, carreteras, renovación urbana, escuelas y hay mano de obra abundante para hacerlo y no dejarnos hundir en la crisis económica”. Carlos, acabas de nombrar presidente a Barack Obama, ¿no quieres esperarte a que se realicen las elecciones en Estados Unidos? “No, ya no, ya no, creo que es un hecho a menos que Dick Cheney invente alguna trampa por ahí. Yo creo que Obama ya es el presidente para fortuna del mundo, porque es un hombre muy inteligente”. ¿Y por qué hablas del vicepresidente Cheney como tramposo? “Porque es un diablo, es un hombre malvado que siempre está inventando alguna cosa y además es un mal tipo, le tirotea a sus compañeros de caza, acaba tiroteándolos en vez de tirotear a los ciervos, es muy peligroso Cheney”.

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