miércoles, 26 de noviembre de 2008

Nos tienen miedo porque no tenemos MIEDO

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Mucho de qué preocuparse
26 Noviembre 2008
Juan José Morales

Escrutinio

El pasado lunes veía yo en la primera plana de POR ESTO! las impresionantes fotografías de la multitud encabezada por López Obrador que en la Ciudad de México se manifestó para anunciar el inicio de una nueva etapa en la lucha por defender la economía popular. Tan sólo doce días antes, nuestro periódico había publicado imágenes semejantes de la enorme concentración humana frente a las instalaciones de Televisa, también encabezada por AMLO, para exigir que el duopolio televisivo conceda al movimiento que encabeza, los espacios informativos a que tiene derecho y deje de tratarlo al estilo Salinas, como si no existiera. Y si se revisa la colección del diario, encontraremos en las ediciones de julio de 2006 a la fecha, otras muchas fotografías parecidas, de muchedumbre —a veces inmensas— reunidas en diferentes lugares y en distintas ocasiones, siempre en apoyo de AMLO.

Ciertamente, es un fenómeno político notable. A dos años de distancia del fraude electoral que lo despojó de un triunfo legítimo, el movimiento que encabeza conserva su vigor, pese a la campaña de silencio, desorientación y desinformación que mantienen casi todos los grandes periódicos, la gran mayoría de las estaciones radiofónicas y —desde luego— las dos grandes cadenas nacionales de televisión. Y a pesar también de las maniobras del gobierno por dividir al PRD y provocar un enfrentamiento de sus dirigentes formales —los que “reconoció” el tribunal electoral— con López Obrador.

Como preguntó AMLO en su discurso del domingo pasado, “¿qué partido, qué organización política, agrupa a tantas mujeres y hombres, conscientes y comprometidos como los que forman parte de este movimiento? ¿Qué partido tiene la capacidad de movilización que tiene este movimiento?

Quienes llevaron a Calderón al poder, seguramente pensaron que —al igual que en otros casos de fraude electoral—, tras una explosión de descontento popular, los ánimos se enfriarían, las protestas irían debilitándose, y finalmente se extinguirían. Pensaban que a la postre la gente se resignaría a la imposición y aceptaría una situación de hechos consumados. No imaginaban lo que vendría.

Y es que lo ocurrido durante estos dos años y cuatro meses a partir del 2 de julio de 2006, no ha sido simplemente una serie de protestas por el fraude, aunque éste no se olvida y una gran parte de los mexicanos seguimos considerando a Calderón un presidente espurio e ilegítimo. Lo que ha ocurrido —y esto no lo esperaban los magnates y los políticos que asaltaron el poder— fue el surgimiento de un movimiento político cada vez mejor organizado, que si bien tiene sus raíces y en gran medida se sustenta en la estructura y los cuadros dirigentes del PRD y demás partidos integrantes del Frente Amplio Progresista, no depende sólo de ellos sino que se nutre con otras fuerzas, tiene su propia dinámica, engloba a otros sectores y se desenvuelve conforme a lineamientos tácticos y estratégicos propios. Por eso ese movimiento popular, la Convención Nacional Democrática, no se ha desinflado como se decía que ocurriría. Por eso, aunque el gobierno apostó a destruirla dividiendo al PRD, pudo salir airoso de la crisis de este partido.

Si algo tienen que reconocerle a López Obrador sus enemigos y detractores, es que, aunque lo tilden de “loquito” y demagogo que sólo sabe gritar, manotear y enardecer masas, es —por lo contrario— un hombre sereno, con gran talento político, que ha sabido eludir una y otra vez las provocaciones y rodearse de hombres y mujeres brillantes para crear formas de organización y de lucha siempre cambiantes y adaptadas a las condiciones del momento. La CDN es una de ellas, y la gran capacidad de movilización que ha demostrado a lo largo de estos casi dos años y medio, demuestra que Calderón y su grupo tienen todavía mucho de qué preocuparse.

Comentarios:
kixpachoch@yahoo.com.mx

No hay comentarios: