domingo, 22 de febrero de 2009

Fecal es un cínico, cobarde y traidor

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Acusar a otros de lo propio para tapar aquello de lo que se adolece
María Teresa Jardí


Vamos a ver, como salta a la vista, traidor y cobarde es, por ejemplo --hay otra clase de cobardías y de traiciones como la omisión y el conformismo--, el que teniendo la obligación de servir utiliza su posición de privilegio para corromper y para corromperse. Y cobarde es, entre otras acepciones también aplicables, de entrada quien no tiene la grandeza de reconocerse perdedor.

Y esa pérdida de dos valores que a los integrantes, desde la cabeza, a los pueblos que tienen identidad caracterizan, es lo único que la derecha ha impulsado en este país desde antes incluso de que un espurio fuera convertido en el usurpador del Ejecutivo Federal bajo la mirada tolerante y no menos traidora ni cobarde de todos los partidos políticos.

Entrando por la puerta de atrás, acompañado por un Ejército paralelo, a un recinto "democrático" convertido previamente en un búnker militarizado, así llegó, no lo olvidemos ni menos aún permitamos que lo olvide Calderón, quien hoy, sin saber de qué va la cosa --bien a bien, muy pocos, si acaso, deben saber de qué va la cosa, incluso porque la investigación ha sido condenada al bote de la basura-- y siendo el responsable de lo que pasa en México, pretende, con el cinismo y la pequeñez que lo caracterizan, achacar la culpa a un pueblo convertido en víctima desde hace décadas por decisiones tomadas por las jerarquías de los partidos políticos.

Traidor y cobarde eligió ser Calderón, desde la sucia campaña de la derecha panista, usando, incluso a extranjeros, expertos en despertar el odio producido por el miedo en una población vulnerable y desprotegida. Traidor eligió ser para obtener lo que a la buena en las urnas y luego de haber convencido sabía que no alcanzaría.

Los pueblos, incluso los tan deseducados por el sistema educativo escolarizado y con el apoyo del monopolio televisor, traidor y corrupto también, como es el usurpador, no se dejan engañar fácilmente por la mentira que acaba por convertirse en su única certeza.

Desde luego, sin duda alguna, simplemente porque AMLO tiene tres células más en el cerebro, que la historia del país, que seguiría inmerso en el capitalismo atroz que destruye al mundo con impunidad absoluta, sería otra, si la elección hubiera sido limpia y no "el cochinero" que Fox mismo encabezó, y reconoce que encabezó, la inteligencia, ya se sabe que tampoco es el fuerte de la derecha apátrida, para imponer a "El usurpador Felipillo", como será conocido, incluso por los que hoy le llaman "presidente", esa es otra crónica anunciada, en el futuro, no lejano, en camino ya para nuestro país.

Traiciones y cobardías, "cochinero", pues, como diría Fox, con el lenguaje tan pulcro y educado que le caracteriza, las de Calderón y sus secuaces, con las que han convertido a México en este lugar irreconocible donde la violencia cobra más vidas que en Irak y en Afganistán juntos, cada día, todos los días.

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