domingo, 27 de junio de 2010

Los medios por ganar dinero publican lo que sea

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Encuestas: fábricas de mentiras
José Gil Olmos

Fungen como negocios o, de plano, como “actores políticos”. También suelen ponerse al servicio de los partidos. El objetivo: inflar su potencial político y falsear sus posibilidades electorales. Se trata de las encuestadoras, muchas de ellas nacidas al calor de las contiendas, de las oportunidades de negocio. Para esas compañías, generar información socialmente útil es lo de menos. Pero ahí están: con sus datos sesgados, con sus mentiras numéricas, interactuando como otro agente más en el corrupto escenario de la política nacional. Son las fábricas de mitos...

Por su experiencia acumulada y por los contratos millonarios firmados con los partidos políticos y sus candidatos, así como con medios de comunicación, las principales firmas encuestadoras del país se van convirtiendo ellas mismas en actores políticos durante los procesos electorales, sobre todo durante las campañas y los conteos de los escrutinios.

A varias de esas firmas se les señala por responder más a intereses económicos y políticos que a proporcionar información clave a sus clientes; a otras, de que “cucharean” los resultados para vender datos sesgados para favorecer a algún candidato.

Ricardo Barrueta, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación de Mercado y Opinión Pública (AMAI), fundada en septiembre de 1992 e integrada por 32 socios, se deslinda. Advierte que él y sus compañeros no participan en ese tipo de prácticas ilegales que, arguye, “realizan empresas que no están reconocidas por ninguna asociación ni cumplen con los requisitos profesionales para la realización y presentación de las encuestas.

Se sabe, dice, que algunas de ellas realizan incluso técnicas push pull, que en realidad son “campañas sucias”, pues son encuestas aplicadas a personas con la intención de modificar el voto haciendo campaña a favor de algún candidato o en contra de los otros.

“Lamentablemente muchas de las encuestas que se difunden no necesariamente cumplen con un rigor metodológico. En AMAI todos los asociados están obligados a cumplir los requisitos técnicos y metodológicos que se han fijado. Por ejemplo, no subimos encuestas electorales hechas por teléfono. El motivo: el teléfono limita la posibilidad de incluir en el ejercicio a toda la gente.

“Además, nos hemos enterado que hay quienes las hacen como push pull y que, con el pretexto de hacer una encuesta, terminan empujando o tratando de modificar la intención del voto de las personas que son consultadas. Esto, éticamente, no lo aceptamos en la asociación.”

La AMAI también ha detectado que algunas empresas encuestadoras y periódicos como El Universal, Milenio diario y Reforma han publicado como inserciones pagadas información de presuntas encuestas con datos incorrectos y que no han sido verificados.

Francisco Abundis, coordinador del Comité Opinión Pública de AMAI y dueño de la empresa encuestadora Parametría, aborda el tema de la siguiente manera:

“A nivel negocio, nuestra misión es ser generadores de información. Yo entiendo que la misión de un medio de comunicación es informar bien, y si justifica inserciones pagadas porque considera que eso es parte de su esquema de negocios, entonces mi cuestionamiento sería si su negocio es informar o hacer publicidad. Si es esto último, eso se llama publimetro y entonces todos los medios son el aviso oportuno.”

Y se deslinda: “Nosotros (en AMAI) generamos información y los medios están diciendo que aceptan información al costo que sea, mientras se las paguen. Los medios, por el contrario, van a publicar la información que seaun infomercial, por ejemplosólo porque se las pagan.

“Este cuestionamiento es a los medios en general. Creo que no pueden aceptar cualquier información que no es cierta. Según yo, la labor de los medios es generar buena información. Por eso cuestionaría a los que no están verificando la información.”

Abundis señala que en algunos medios se critica a las encuestadoras por generar supuestamente información correcta, pero no es así. “Nosotros generamos información correcta. El problema es que alguien o los mismos medios seleccionan la información que no es correcta. Por eso digo: el problema no es nuestro, sino de los medios”.

Viejo problema

sigue la nota:
http://senderodefecal1.blogspot.com/2010/06/proceso-encuestas-fabricas-de-mentiras.html

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