jueves, 24 de junio de 2010

Otra cucaracha salida de las cañerías del PRI

¡¡Exijamos lo Imposible!!
“Me eligieron... como candidato único”
Por Alvaro Cepeda Neri
cepedaneri@prodigy.net.mx

Conjeturas

Con “esos bueyes nos tocó arar”, dice un refrán rural que viene muy al caso, ahora que el PRI, como está levantando el vuelo, en vísperas de la competencia por doce elecciones en las urnas; dentro de las cuales hay diez gubernaturas en juego, y cuyas victorias tal y como ha venido arrasando al PAN y a los varios PRD, lo pondrían en la recta final por la sucesión calderonista. Pero resulta que hay varios “peros” (o varios “pelos en la sopa”). Se trata de los resabios en su haber. Quienes representan lo peor y peorcito del Revolucionario Institucional. Es por esos fardos que los ciudadanos ponen reparos al fatigado partido que, una tras otra (y gracias a sus mañas, perversidades y trampas) se llevó, de 1946 al 1994, el cargo presidencial.

Le llega al PRI el olor de Los Pinos (la residencia presidencial desde Lázaro Cárdenas, como antes lo había sido el Castillo de Chapultepec, la mansión que se construyó para Maximiliano, el de Habsburgo y quien nunca fue emperador de nuestro país ya que estaba vigente la Presidencia de la República y su titular era nada menos que Benito Juárez). Y olfateándolo, hasta se saborea con la posibilidad de recobrar el cargo de representación nacional. Aunque, “los pelos en la sopa”, difíciles de tragar, han de ser expulsados del guiso. Uno de esos “pelos” es el yucateco de a mentiritas, pues nació en el Distrito Federal hace 70 años, no obstante que ha presumido de peninsular.

En reciente entrevista, en vivo y directo, tras su faena de acarreados para tomar posesión de la vetusta CNOP (tan vacía de militantes como la CTM y la CNC, ex pilares del PRI), el tal Emilio Gamboa Patrón, le dijo al periodista José Cárdenas, que había salido electo... ¡como candidato único!, como en la antigüedad de ese partido. Cínicamente lo confesó, feliz de que la “cargada” lo haya apoyado. Y él, como faraón de larga cola, se puso “adivinador” para profetizar que el PRI rescatará del PAN una Presidencia de la República que Calderón le arrebató a la mala al PRD. Y el haber competido contra él mismo, es una hazaña de la corrupción esquizofrénica.

Y la esquizofrénica doble personalidad de Gamboa, una de innegable corrupción política y la otra de salteador de cargos, para vivir de la política, le han permitido aparentar que vive para la política, cuando no ha pasado de ser un vividor en la cloaca de sus intereses con politiquillos (ahora mismo con Peña Nieto) y empresarios (Televisa, uno de ellos). Gamboa considera que será factor para decidir quién de sus cómplices será el candidato presidencial del PRI y sobre todo cuando él sea su dirigente nacional y Beatriz Paredes candidata a la Jefatura del Distrito Federal (como si la tlaxcalteca comiera fuego o estuviera dispuesta a suicidarse políticamente, pues aspira a mantenerse en su actual cargo, para dirigir la campaña presidencial de su candidato Peña Nieto). Por lo pronto el septuagenario Gamboa, araña de la grilla, sigue tejiendo su telaraña desde una CNOP que son sólo siglas... petate del muerto para espantar a ingenuos.

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