sábado, 21 de agosto de 2010

Verguenza da oir los gritos de Juan

¡¡Exijamos lo Imposible!!
¿Inquisición en el bicentenario?
Manú Dornbierer

Satiricosas

Como es ya usual, México sigue pagando las nefastas consecuencias del gobierno transexenal de Carlos Salinas de Gortari, el otro espurio. Son muchas, pero hoy mencionaré sólo dos acontecidas este mes, desde luego el gasolinazo de agosto, producto como todos de la entrega en 1993 de la refinación de petróleo crudo a la Shell (sociedad petrolera en la que intervienen los Bush). Esta decisión salinista es la que le da a los gobiernos de México la excusa para subir constantemente las gasolinas y otros combustibles sin importar el precio internacional del crudo. Tenemos que importar gasolina, chillan, pero se niegan a construir refinerías en México. Ni con los excedentes petroleros del foxismo. A ver si ahora que se trata de revisar y hasta de echar p’atrás el TLC, por lo de los camiones mexicanos prohibidos en USA, también se piensa en terriblemente dañinos entreguismos neoliberales de la globalización como el citado y no sólo en aumentar aranceles a productos gringos. Por lo pronto, en el Bicentenario de la Independencia (de los españoles del siglo XIX, porque en XXI vuelven por sus fueros) y de la Revolución, el pacto entreguista neoliberal se mantiene para encarecer la vida de los apabullados mexicanos.

Volvió la Inquisición

Pero esta misma semana, experimentamos otra grotesca consecuencia salinista. La Inquisición, ya ni siquiera “Iglesia Católica” se le puede llamar, volvió a exhibirse. El siglo XIX lo dedicó México a luchar por un Estado laico y, gracias a Juárez, los gobiernos mexicanos del siglo XX pudieron mantener a raya a la Inquisición. Pero dada su ilegitimidad, Salinas decidió aliarse al PAN en 1989, autorizándole, a cambio de que lo legitimara, una primera gubernatura panista (Ruffo) en Baja California para castigar al priísmo local por haber votado contra él en la elección de 1988. Creó el PRIAN con el hoy desaparecido Diego Fernández. Y dentro del sucio pacto cuya intención esencial era precisamente legitimar el fraude electoral de1988 -como en este sexenio lo fue el de 2006 para Calderón para arropar su propia ilegitimidad la narcoguerra- Salinas y Diego invitaron de nuevo al pastel del Cuerno de la Abundancia a los curas para obtener el voto de los católicos borregos, que sea dicho también descaramente manejan desde el púlpito, violando desde siempre la Constitución.

No se manden demasiado, pudo haberles pedido Salinas, maoísta en su momento, pero los gobiernos panistas católicos les han dejado hacer lo que han querido. Por ejemplo, cambiar las constituciones estatales en 18 estados (algunos priístas) para poder criminalizar el aborto sin importar su causa, así ésta haya sido aceptada hasta por el propio Vaticano. Tal es su misoginia, su odio a las mujeres. México, hoy por hoy, entre muchas otras vergüenzas que le ha endilgado el panismo, padece la de permitir el encarcelamiento de mujeres por aborto. El estado de Guanajuato, productor de la monísima película El Estudiante, se luce en esta práctica bárbara.

Pero claro, la Inquisición, término adecuado a esos grupos de curas ladrones y degenerados entre los que esplende el criminal Marcial Maciel y sus legiones de curas pedófilos que han arruinado desde 1949 a varias generaciones de niños mexicanos, se sale cada vez más del huacal. ¿Los curas quieren la exclusividad de la práctica de homosexualidad ¡y de la criminal pedofilia! en lo oscurito de sus confesionarios?

Les escandalizan los matrimonios civiles legales entre personas del mismo sexo y ¿quieren también que los niños desprotegidos o no sean víctimas suyas, “en nombre del Señor”, como decía Marcial Maciel?

¿Cómo se atreve la Inquisición Mexicana del Bicentenario a lanzarse como el Borras tras el asco mundial y la indignación planetaria que ha producido el dicho escándalo Maciel? Es como de locos. Pero de lo más preocupante de todo este descarado chismarajo es el coeficiente mental del Cardenal Sandoval de Guadalajara que esquilmó al gobierno de Jalisco, y del vocero de la Arquidiócesis de la Ciudad de México, Hugo Waldemar, que cree que nos hemos olvidado que su jefe, el Cardenal Rivera, tiene un juicio por encubrimiento del cura Aguilar que con su permiso anduvo violando menores en Estados Unidos durante mucho tiempo.

No tuvo problema en expresar la siguiente estupidez “El PRD le ha hecho a México más daño que el narcotráfico y tengo las pruebas: ha habido 42 mil y pico abortos en el DF y 28 mil y pico narcoasesinatos” (Noticiero Milenio).

sigue la nota:

http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=15&idTitulo=38272

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