viernes, 20 de agosto de 2010

Navarrete y su izquierda combativa

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Navarrete, el servilismo
Jesusa Cervantes

MÉXICO, DF, 20 de agosto (apro).- Hace un par de semanas se comentaron en este espacio las maniobras realizadas por Carlos Navarrete, coordinador del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en el Senado, para evitar la comparecencia de Juan Molinar Horcasitas ante la Comisión Permanente.


Se habló entonces de los cuestionamientos que no sólo al interior del PRD se desataron, sino también del asombro de otra fuerza política, el Partido Revolucionario Institucional (PRI), por la clara intención del perredista por proteger a uno de los secretarios más cuestionados del actual gobierno federal panista.

Ahora, después de lo ocurrido el pasado jueves en el Campo Marte, lugar en que se realizaron los llamados Diálogos por la Seguridadpor cierto un espacio donde quienes acudieron no son los que cuestionan, menos los que se atreven a pensar distinto al gobierno ni los que defienden principios diferentes a los del Ejecutivo federal--, la situación se aclaró un poco más.

Carlos Navarrete, el perredista de la corriente Nueva Izquierda (NI), el político de “la izquierda combativa”, el que es capaz de sostener ante sus adversarios sus diferencias de opinión, ha decidido quitarse esas caretas y militar muy cerca del poder, no de alguien quien lucha por el poder.

La presencia de Navarrete en el Campo Marte fue una muestra del grado de servilismo al que puede llegar un político ambicioso. Y para muestra su propio comunicado de prensa de tres cuartillas, en donde se dio cuenta de sus dichos.

Desde el primer párrafo, uno se pregunta si el boletín es del Partido Acción Nacional (PAN) o de algún funcionario al servicio del gobierno de Felipe Calderón.

Con el cargo por delante, “coordinador de los senadores del PRD”, Carlos Navarrete reiteró su exigencia al gobierno federal para que informe al Congreso de la Unión “si la presencia de las Fuerzas Armadas llegó para quedarse o habrá un plazo para su retiro”.

Quizá el perredista desconoce que la presencia del Ejército en las calles es ilegal, por lo tanto, el representante de otro poder (del que se encarga de hacer las leyes) no debiera preguntar si la presencia del Ejército llegó para quedarse, sino más bien exigir que los militares regresen a sus cuarteles, pues su patrullaje en poco ha reducido los niveles de violencia o la venta de drogas.

Pero el segundo párrafo es aún más vergonzante para quien se asuma como “oposición” al gobierno en turno: “Navarrete pidió al Ejecutivo que en el momento que él considere pueda informar al Congreso si las Fuerzas Armadas continuarán después del último día de noviembre de 2012”.

En primer lugar, de acuerdo a la Carta Magna, el titular del Ejecutivo federal ya no estará en el cargo el primero de diciembre de 2012, sino que habrá otro político en busca de mejorar la situación de los mexicano, a menos ¡claro! que Navarrete sepa algo que el resto de los mexicanos ignora: que la sucesión ya está pactada, que Calderón Hinojosa impondrá a su candidato, el cual le obedecerá en todo o por lo menos ya se habrá comprometido con él a continuar con un gobierno transexenal.

Aunque lo más servil del comunicado de Carlos Navarrete se desprende de la segunda línea, en donde dice “que en el momento en que él considere” informe al Congreso.

¡Ah caray! Ahora resulta que el contrapeso del Ejecutivo, en este caso el Poder Legislativo, no le exige o solicita, sino le comenta: “No se preocupe por nosotros, usted venga aquí cuando quiera a decirnos cómo va a estar todo, ¡para eso es usted el señor Presidente!” Esto es lo que se alcanza a leer entrelíneas, ¡vergonzoso, sin duda!


sigue la nota:
http://www.proceso.com.mx/rv/modHome/detalleExclusiva/82591

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