lunes, 26 de septiembre de 2011

Sumemos otro gran fracaso del espurio

¡¡Exijamos lo Imposible!!
El rotundo fracaso de Calderón en Estados Unidos
Guillermo Vázquez Handall

Confesiones

Aun y cuando el circulo oficial que rodea a Felipe Calderón intento destacar la presentación del programa Royal tour que se transmite en los Estados Unidos en la cadena televisiva PBS de corte fundamentalmente cultural, en su canal VME orientado principalmente a la comunidad hispana, como una magnifica herramienta de promoción turística, la realidad tanto del hecho como de sus consecuencias contrasta sobremanera que el excesivo entusiasmo de la oficina presidencial y de algunos medios nacionales que consintieron en sobre valorar el acontecimiento, que en términos reales puede ya catalogarse como pobre, un fracaso.

Como explicamos anteriormente en este espacio en la columna titulada “Calderón una estrella más”, el programa Royal tour que conduce Peter Greenberg, dedico un capitulo completo a México, en donde compartió la conducción del mismo con el presidente Felipe Calderón, situación que en vez de entenderse como un acierto promocional, daña la imagen de la investidura de jefe de estado.

En la emisión, el mandatario, emulando al mítico personaje cinematográfico de ficción Indiana Jones, bucea, rema, hace rappel, viaja en globo aerostático y tirolesa.

Un recorrido por diversas atracciones turísticas del país que en principio aparenta, como señalábamos, ser una herramienta de promoción turística, tema que constantemente ha sido despreciado por la presidencia y que tiene como fundamento ofertar a México como un destino seguro y que desde nuestra opinión no es más que una estrategia de promoción personal del mandatario, que fue presentado por el mismo la semana pasada en Nueva York y posteriormente en la ciudad de Los Ángeles, cabe resaltar que en la primera ocasión el presidente invito al gobernador del estado de Quintana Roo Roberto Borge Angulo, a acompañarlo al evento en el museo Guggenheim.

Antes de entrar al análisis, solo resaltar que al día siguiente ningún medio de comunicación importante de ese país reseño la presentación del programa de televisión y que la única nota relacionada a México en contraste, fue la brutal matanza de treinta y cinco personas, supuestamente todas relacionadas con el crimen organizado y abandonadas en una calle principal de la ciudad de Veracruz, precisamente enfrente del hotel en donde al día siguiente se reunirían los procuradores generales de justicia y los presidentes de los tribunales de justicia de los estados con la procuradora federal Marisela Morales.

Una discordancia que pone las cosas en su exacto lugar y dimensión, toda vez que a pesar de los pobres esfuerzos oficiales, la imagen que queda en la idea de la población de nuestro mayor cliente turístico, es el hecho de que el gobierno es incapaz de combatir a la delincuencia.

Ahora bien, entrando en materia y analizando los alcances de la cadena PBS, en función de los segmentos y cantidad de población que la siguen, lo que importa es realmente el cálculo del impacto al respecto y los resultados de la difusión del citado programa, la participación de Felipe Calderón como conductor no es trascendente en términos de promoción turística, en todo caso es solamente un dato para el anecdotario.

La cadena PBS es de corte estrictamente cultural y para establecer una comparación que nos permita entender la dimensión de lo que implica, ponemos el siguiente ejemplo, que evidentemente es en estricto sentido figurado.

La presentación del programa Royal tour en la que participa el presidente Calderón, podría entenderse como si el presidente de algún otro país, el que sea, solo para efectos de plantear la similitud, realizara un video del mismo tipo y objetivo para destacar las zonas turísticas de su país y la seguridad que los rodea, acompañado de algún periodista mexicano del mayor prestigio y este se transmitiera en México, en el canal 22 de programación exclusivamente cultural y de escasísima audiencia, pensando tal vez engañado, que se difundiría en un canal comercial de la mayor audiencia, lo que simple y llanamente explicaría el desperdicio del esfuerzo.

El canal VME está orientado en especifico al segmento de las familias hispanas que radican en los Estados Unidos, por tanto la mayor parte de su programación se transmite en español, es decir que el público que podrá ver Royal tour será materialmente la comunidad hispana que a su vez se conforma en su mayoría de mexicanos, ya sea de nacimiento u origen, por ello no es factible imaginar que la emisión tendrá ningún impacto en el mercado americano como tal, como se ha anunciado y presumido desde la esfera oficial.

Todo parece indicar que el presidente Calderón estaba en la idea de que Royal tour saldría al aire en una cadena de mucha mayor influencia y rating, sobre todo enfocada al tipo de cliente que se busca como turista potencial, por eso si regresamos al ejemplo anterior, el del video de un presidente extranjero que usamos para establecer dicha comparación, en donde éste estaba en la idea de que se transmitiría en el canal dos de la empresa Televisa, no en un canal cultural que casi nadie atiende, podremos entender la gigantesca diferencia.

Ante la coyuntura trascendió que para cuando el presidente Calderón se dio cuenta de esta disparidad y la realidad de la expectativa de la audiencia probable, que Peter Greenberg ya no trabaja en CBS sino PBS, una diferencia abismal, ya era demasiado tarde para echar marcha atrás, sobre todo considerando que dedico dos semanas casi completas de su tiempo para su realización.

Tomando en cuenta estos argumentos, es evidente que la emisión de Royal tour no servirá de gran cosa en materia de promoción turística, mucho menos para evitar la percepción de inseguridad que priva en ese país en relación al nuestro, que no tendrá ni por mucho el impacto anunciado que se esperaba, un fracaso rotundo más, un completo desperdicio, a cambio si del mal uso de la figura presidencial.

Finalmente y en adición, lo cual hace doblemente un fracaso el viaje del mandatario mexicano a los Estados Unidos, es que para el gobierno norteamericano ya no está resultando ni agradable ni coherente el que jefe de estado mexicano, atentando en contra de las normas mínimas de la cortesía diplomática, por el abuso de los canales utilizados para emitir sus mensajes, lo siga confrontando de manera tan reacia en sus comentarios en relación al tema del narcotráfico y particularmente de consumo de estupefacientes de su población, a los constantes regaños del jefe del estado mexicano haciendo corresponsable de la situación al norteamericano.

Aun y cuando la relación bilateral continúa por los canales institucionales, en el ámbito privado de la misma, esa actitud rijosa está provocando un fuerte desencuentro que ya derivo en la disminución de la comunicación entre gobiernos y que de seguir así, también impondrá medidas en materia de la colaboración.

De tal suerte que a la errática estrategia de su administración en el combate al crimen organizado, se suma ahora el desencanto de quien por definición tendría que ser su principal y más decidido aliado en este tema. Dos rotundos fracasos en una misma semana, en una misma visita.

guillermovazquez991@msn.com
twitter@vazquezhandall

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