viernes, 30 de marzo de 2012

El alcoholismo y las graves consecuencias

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Estado de los ESTADOS
Lilia Arellano

Repudio

FCH, JVM y PAN están desesperados
Oposición censura el “mini informe”

Calderonismo
, totalmente vulnerable
IFAI exige averiguaciones contra GGL

¡¡Arrancan!! las campañas electorales

“La mentira más común es aquella con la que un hombre se engaña a sí mismo”.- Friederich Nietzche
 

Un repudio unánime a su “mini informe” recibió de la sociedad mexicana Felipe Calderón Hinojosa. La desesperación cunde en la residencia oficial de Los Pinos, en el Partido Acción Nacional (PAN) y en la casa de campaña de Josefina Vázquez Mota, lo que los lleva a cometer garrafales errores de propaganda política al iniciar formalmente las campañas por la Presidencia de la República y que los alejan cada vez más de la posibilidad de ganar o arrebatar la titularidad del Poder Ejecutivo Federal. Cegado por la autoexaltación y el autoelogio, Calderón olvida o desconoce que las estrategias de marketing electoral tiene limites y que carecen de efectividad cuando se topan con la cruda realidad, la que resienten los millones de ciudadanos mexicanos en el deterioro constantey peligrosode su nivel de vida.

En el Congreso, los partidos de oposición repudiaron la actitud de Calderón, quien renunció desde hace varias semanas a las responsabilidades de la Presidencia de la República para asumir cabalmente la coordinación de campaña de Josefina Vázquez Mota, aún contra la voluntad de la propia aspirante presidencial panista, quien está consciente de que los adversos resultados de la gestión del michoacano representan el más pesado lastre para sus aspiraciones políticas, pues no hay un solo rubro de la administración federal del cual asirse para enarbolarlo a lo largo de los próximos tres meses. No obstante que le ha resultado imposible deslindarse del calderonismo o mejor dicho, del “calderonato”, cuyo signo principal ha sido la muerte, la pobreza, la miseria, la marginación, la injusticia, la corrupción y, hasta este momento, la impunidad.

Los diputados federales de oposición coincidieron en señalar que se trató de un acto para, primero, justificar su administración que no ha logrado adquirir rasgos de legitimidad a pesar de que ya está en el ocaso; y segundo para promover la candidatura de doña Chepina que hace agua por todos lados, principalmente por sus propios errores y declaraciones poco afortunadas, como sus referencias al “monstruo de la UNAM”, al “patán de Cordero”, a la “pinche Sota” o a “Genaro García Luna que me graba pero no al Chapo”, por señalar sólo los más recientes; pero también por el “fuego amigo” al que ha estado persistentemente expuesta y por el lastre del calderonismo, pesada piedra atada a su cuello que todo parece indicar no le permitirá salir a flote.

La fracción parlamentaria del PRI, a través del chiapaneco César Augusto Santiago, calificó el evento del miércoles en el Auditorio Nacionalal que fueron “acarreados” y “convencidos” miles de burócratas, militares, secretarios de Estado, diplomáticos y gobernadores panistas, a los que se les “invitó” a que llevaran a sus familiares más cercanoscomo un “montaje publicitario”, que “ratificó el sentido antidemocrático” del Gobierno, y que “está tentado al autoritarismo”. El ex secretario de Acción Electoral del CEN priísta acusó, en la tribuna de San Lázaro, que Calderón no sabe, no quiere, no le interesa rendir cuentas del uso del dinero público. El presidente confundió la Constitución con la televisión”. Y remató que “Calderón pasa a la historia como el Presidente más antidemocrático del país”.

En las filas perredistas, el contubernio de la dirigencia nacional que encabezan “los chuchos”, Jesús Zambrano, Jesús Ortega y Carlos“de Jesús”- Navarrete, no fue suficiente para contener las críticas a su aliado político de Los Pinos. El diputado perredista Martín García Avilés acusó que el “mini informe” de Calderón se trató de un acto “autocomplaciente” para los empleados del gobierno y sus familiares, y afirmó que ni el Poder Judicial o las Cámaras del Congreso organizan eventos con incondicionales para escuchar el aplauso fácil. Concluyó que no se trató, como se pensó engañar a la gente, de un informe o una rendición de cuentas, o de un acto republicano o democrático porque se trató de un evento con una audiencia dócil. Por tal razón, advierten que interpondrán un recurso ante las autoridades electoralesque hasta el momento se han hecho de la vista gordaen contra de Calderón, por actos anticipados de campaña.

Los legisladores verde ecologistas o “del Tucán” subrayaron el hecho de que el acto en el Auditorio Nacional tuvo dos propósitos: justificar la segunda administración federal del PAN e intentar promover la candidatura presidencial de Vázquez Mota. Juan José Guerra, coordinador parlamentario del PVEM, criticó también que después de su discurso de casi dos horas en el inmueble de Paseo de la Reforma, Calderón haya participado en una entrevista con periodistas de Televisa, a modo para abordar temas que no coinciden con la realidad.

También, la bancada del Partido del Trabajo (PT) arremetió contra los excesos de Felipe Calderón y su gobierno. El polémico Gerardo Fernández Noroña inquirió si el inquilino de Los Pinos pagó para que en Televisa le hicieran la entrevista de referencia porque, consideró, le hicieron preguntas a modo. Destacó que todo lo que expresó en el Auditorio Nacional sobre los presuntos avances del país, “esta al revés, como cuando asegura que su prioridad es su lucha anticrimen, pero en realidad a quien defiende es al secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna”.

Los panistas. por su parte, pocos argumentos pudieron presentar para defender a su jefe. La diputada Dora Evelyn Trigueras con cerrazón señaló: “Pueden ustedes decir lo que quieran y cosas que no nos importan. Continúen con el “bullying” electoral a Calderón”, que, justo es decirlo, él mismo detonó.

BURDAS MENTIRAS

Involuntariamente, los publicistas de Felipe Calderón y este mismo fijaron la ruta de la estrategia ofensiva de los partidos de izquierda contra el régimen calderonista, que puede ser esgrimida durante los tres meses de campaña por la Presidencia de la República y la renovación del Congreso de la Unión. Por supuesto que el PRI, también debería hacer uso de esa estrategia si los dirigentes nacionales encabezados por Pedro Joaquín Coldwell, e integrantes del equipo de campaña de Enrique Peña Nieto, dejan de lado su creencia de que el inquilino de Los Pinos y el PAN protagonizará una tersa transición política. Los últimos acontecimientos señalan precisamente en sentido contrario: el aferramiento al poder a costa de lo que sea, medios legales o totalmente ilegales.

El primer flanco fácil y vulnerable del calderonismo es su estúpida e ilegal “guerra al narcotráfico” que le fue impuesta por el gobierno de George W. Bus, a través del “Plan México” o Iniciativa Mérida, y que fue signada por el michoacano que se tragó el señuelo de que ésta le permitiría afianzarse en el poder y generar la legitimidad que le fue negada en las urnas y le ganaron el calificativo de “espurio” que le endilgó la izquierda, del cual nunca se pudo desprender. Parado en inestables arenas movedizas, Calderón se hunde más y más cada vez que trata de hacer la justificación de su estrategia antidelictiva y de seguridad pública, emprendida desde hace seis años en forma ilegal y con desastrosos resultados por los más de 61 mil muertos150 mil según el Pentágono—, más de 10 mil desaparecidos y el estancamiento económico que generó el dispendio de recursos presupuestales en la misma. Las críticas y el desprestigio de su administración se multiplican dentro y fuera del país, donde como señala el poeta Javier Sicilia, “estamos y seguimos hasta la madre”.

Felipe Calderón y sus subordinados, Alejadro Poiré en Gobernación y Genaro García Luna en Seguridad Pública, aplican una total opacidad en el manejo de la información relacionada con los hechos de violencia en el país. Dicen desconocer las cifras oficiales sobre el número total de muertos en su ilegal “guerra”, lo que agrava el daño causado por el baño de sangre en prácticamente todo el país; en cuanto al dinero decomisado al narco, que se va a los bolsillos de los funcionarios responsables de su combate; sobre el número de mexicanos y migrantes centro y sudamericanos secuestrados en territorio nacional por organizaciones delictivas. Lo que se logra con todo lo anterior, es aumentar el temor, el miedo, la zozobra, la confusión en la sociedad, que está intimidada y acorralada, debido a que las instituciones están infiltradas por los criminales.

El incremento de la pobreza, el desempleo y el estancamiento económico son los siguientes flancos vulnerables que presenta el inquilino de Los Pinos. El cinismo y desfachatez del michoacano, demostrado una vez más en el Centro Banamex de la Ciudad de México, esta vez ante unas dos mil personas en un acto por demás deslucido, lo exhiben de cuerpo entero. Sus declaraciones parecen bromas de humor negro y de pésimo gusto, y suenan a burla pura cuando señala que no sé qué hubiera sido de la gente más pobre sin la política con rostro humano”. Sus mentiras son descaradas: “la pobreza extrema no sólo no aumentó, sino que se redujo en un 23 por ciento”.

La publicidad y estrategia de marketing de Calderón topa con la realidad que es inocultable, no se tapa ni siquiera con millones de spots televisivos. Los funcionarios federales no encuentran la fórmula para ocultar que el calderonismo generó 15 millones más de pobres, que se suman a los 50 millones que ya existían cuando terminó el gobierno de Vicente Fox. Toda la tecnocracia de la Secretaría de Hacienda, del Banco de México y del INEGI no les alcanza para ocultar que este ha sido el sexenio con el mayor estancamiento económico, pues el Producto Interno Bruto (PIB) del país a lo largo de esta gestión promedia sólo 1.45 por ciento, que es el más bajo desde que se implementó el neoliberalismo económico en el gobierno de Miguel de la Madrid.

Y en el sexenio del autodenominado “presidente del empleo” estamos todavía peor, como consecuencia de lo anterior: hay más de 14 millones de mexicanos que carecen de empleo formal y tienen que sobrevivir en la economía informal para no morir de hambre; están subocupados 4.2 millones de mexicanos y 2.5 millones más no encuentra ninguna ocupación, a pesar de que la han buscado por años. Peor aún es que 4.2 millones de trabajadores no reciben ingresos, a pesar de que realizan alguna actividad económica; otros 6.4 millones apenas reciben un salario mínimo que no les alcanza ni siquiera para alimentar a sus familias; y si le sumamos, 30.8 millones de trabajadores no tienen acceso a la seguridad social, por lo que no tiene derecho a enfermarse, mucho menos a comprar medicinas.

Las cifras alegres esgrimidas por Calderón en su “mini informe” en materia de salud, educación, migración, economía, finanzas, infraestructura y política social no son más que burdas mentiras que intentan ocultar con un dedo el brutal crecimiento de la pobreza y la marginación en el país. México es mejor que lo que era antes hace 6 años”, no es más que una frase publicitaria que repite Calderón y que para su desgracia nadie cree porque la realidad del país lo desmiente una y otra vez, en el ocaso de su gobierno sexenal.

Otro flanco más vulnerable del calderonismo lo constituye la profunda corrupción y la escandalosa impunidad que lo cobija. Las frases de “un gobierno democrático que rinde cuentas”, y “soy un presidente que no roba y hace obra”, pronunciadas en uno de sus últimos actos de “promoción de logros” en Ixtpaluca, Estado de México, pretenden inútilmente ocultar la enorme corrupción de su administración, documentada con toda precisión por la Auditoria Superior de la Federación; el desvío y ocultamiento de importantes y cuantiosos recursos del erario que fueron a parar a cuentas personales de funcionarios, amigos y familiares allegados al círculo de poder de Los Pinos.

En suma, no se ve cómo puedan Felipe Calderón y sus publicistas evitar la debacle electoral del PAN en la próxima elección presidencial. La soberbia del inquilino de Los Pinos y su alejamiento de la realidad, lo llevan a soñar -como en su oportunidad lo hiciera Vicente Fox con Martita Sahagún- que no tendrá que autoexiliarse a Brasil o Estados Unidos y, todavía más, que “veo a Margarita Presidenta en 2018”. Todo parece indicar que los excesos le han causado un daño irreversible.

DE LOS PASILLOS

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