domingo, 25 de marzo de 2012

García Luna un verdadero vil delincuente

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Homozapping
Texto Completo Publicado en la revista Proceso No. 1847.
Televisa y García Luna, Perversión Político-Televisiva
 


Un falso secuestrador asesinado por agentes de la AFI en 2002; una indígena otomí presentada con engaños como secuestradora de seis agentes de la AFI en marzo de 2006; un pastor aeropirata que nunca tuvo explosivos ni amenazó a los pasajeros, capturado ante las cámaras de televisión por Genaro García Luna en septiembre de 2009; unos reporteros de Televisa y Grupo Milenio falsamente rescatados por la Policía Federal en julio de 2010; la presentación “espectacular” ante las cámaras televisivas de Edgar Valdés Villarreal, La Barbie, horas antes del IV Informe de Gobierno de Felipe Calderón; el montaje del caso del futbolista Salvador Cabañas para inculpar al gerente del Bar-Bar, en función de los intereses de Televisa.

Estos son, entre decenas de otros ejemplos, los más casos más significativos de “recreaciones”, invenciones o relaties judiciales  orquestados entre Genaro García Luna, ex titular de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y actual secretario de Seguridad Pública, y la empresa Televisa, con el aval de los dos presidentes de la República, de extracción panista.

Antes y después del caso de la joven francesa Florence Cassez, los agentes policiacos bajo las órdenes de García Luna  se especializaron en “manejo de escenarios” y de recreaciones para transmitir en televisión, especialmente en la pantalla de Televisa, la de mayor audiencia e impacto político.

No fueron simples errores o excesos telegénicos para promover los logros y la figura de García Luna. Constituyen un modus operando que ha dependido del contexto y de las necesidades políticas tanto de los gobiernos federales como de la SSP. A pesar de los montajes, la incidencia delictiva y la percepción de inseguridad no han disminuido.

Así lo anota la Auditoría Superior de la Federación, en su análisis de la cuenta pública del 2010 a la SSP: “el incremento de la incidencia delictiva que se registró en el periodo 2001-2010, del orden del 20.7 por ciento en promedio anual…derivó en el aumento de la percepción de inseguridad de la ciudadanía, que para el mismo periodo registró un crecimiento sostenido a una tasa media anual de 4.5 por ciento, toda vez que la población mayor de 18 años se sintió insegura en la entidad donde vive pasó de 47 por ciento a 70 por ciento”.

Peor aún, la Auditoría Superior advierte que el incremento de la inseguridad y sus efectos “no se reflejó en un aumento proporcional de las denuncias ante las autoridades ministeriales”. Lo queincrementó fue el gasto ejercido por la SSP. En términos reales se incremento a un ritmo de 37.8 por ciento anual, al pasar de 1 mil 147 millones de pesos en 2006 a 4 mil 131 millones de pesos en 2010.

La Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana de la SSP sólo aumento 0.1 por ciento, siendo el área de menor crecimiento en este sexenio. La Auditoría advirtió que “la cobertura de acciones desplegadas por la SSP en materia de prevención social del delito es poco significativa, ya que de los 466 mil personas consideradas beneficiarias de la implementación de programas de prevención con la ciudadanía y fomento a la cultura de la legalidad representaron sólo 0.4 por ciento de la población”.

En contraste, el gasto en comunicación social de la SSP se incrementó sustancialmente. Tan sólo entre 2008 y 2009 pasó de 59 millones 237 mil pesos a 79 millones 800 mil pesos, según el análisis de Fundar. Sin incluir la producción de la teleserie El Equipo, en 2011, que fue de 118 millones de pesos oficialmente.

La Intención es el Montaje

Juan Manuel Magaña, ex jefe de Información de la emisión de Primero Noticias, conducida por Carlos Loret de Mola en Canal 2 de Televisa, reflexiona a la luz de la discusión en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia sobre el caso Cassez:

“Esta situación y otros muchos me llevó a entender que los casos policíacos en televisión siempre tenían una motivación que no eran solamente periodísticos. Cuando sucedió el caso de Florence, estaba el foco del escándalo de Marta Sahagún y las cuentas de sus hijos en la Cámara de Diputados”.

“Había también otra motivación: era diciembre del 2005 y Calderón era ya candidato presidencial del PAN. Había un interés de García Luna por permanecer”, rememora.

-¿Fueron los días también de la aprobación fast track de la Ley Televisa en la Cámara de Diputados?se le recuerda en entrevista.

-Así es. El 1 de diciembre se aprobó la ley en San Lázaro y Diego Fernández de Cevallos estaba presionando a los senadores para que la aprobaran.

Ex jefe de información del noticiario de Loret de Mola hasta el 15 de mayo de 2009, fecha en la que decidió renunciar al equipo de Primero Noticias, Magaña admite que los asuntos policiacos ya habían adquirido “un lugar” en las transmisiones televisivas, sobre todo, para generar rating.

Sin embargo, en transmisiones en vivo de supuestos rescates, como en el caso de Florence Cassez, Magaña asume que existían intereses y presiones “extraperiodísticas”, provenientes de los altos mandos de la televisora y del gobierno federal.

-¿Qué tanto influyó en tu decisión de retirarte de Televisa el caso de los montajes?

-Hasta que salió la resolución del ministro Zaldívar me di cuenta de cuáles son los efectos de lo que nosotros asumíamos que eran ciertos excesos, “travesuras condenables” en las transmisiones de la televisión, pero que generaban rating. “Hay andamios y decisiones que tú no ves desde el trabajo cotidiano. Para mí, el caso Cassez ese día fue una orden más. Los asuntos de edición de cada mañana podían ser 150. me extrañó que le dedicaran más de los 4 o 6 minutos que debían ser.

“Entonces pensé: ‘estamos otra vez en el amarillismo’, pero también hay cosas psicológicas en juego. Tú crees lo que te dice la producción, que se trataba de una detención real. En ese momento también creí: ‘bueno, bueno, déjenlo correr’”.

Magaña también se percató, al revisar la transmisión de ese día, que había una secuencia donde la imagen de las víctimas se borra en la pantalla. Técnicamente se conoce como blur, o “imagen blureada”, es decir, borrada en la pantalla. Como le hicieron al ex coordinador de la bancada del PAN, Santiago Creel, cuando Televisa se molestó por la aprobación de la reforma política del 2007.

-¿Se puede hacer esto en una transmisión en vivo?

-Sólo se puede hacer en posproducción.

-¿Eso significa que pudo haberse grabado antes ciertas imágenes?

-Eso lo tiene que determinar un experto. Significaría que sobre la recreación hubo un montaje en posproducción.

Entrevistado por Carmen Aristegui, en MVS Radio el 21 de marzo, el mismo día de la deliberación de la Primera Sala, Magaña reconoce que hasta ahora no ha tenido ninguna reacción por parte de Televisa ni de Loret de Mola.

“El proyecto del ministro Zaldívar y la opinión de otros cuatro ministros indica que en el montaje había una intención: presentar a Cassez como responsable del secuestro. En la televisión, la intención es el mensaje, pero hubo más intenciones y esto te lo explica el contexto. Ahí estaban la Ley Televisa y el caso de los hijos de Martha”, reflexiona.

Al día siguiente de la resolución de los ministros de la Primera Sala, el senador priista Jesús Murillo Karam, presidente de la Comisión de Gobernación, afirmó en rueda de prensa que “la Suprema Corte ya prácticamente determinó que hubo una simulación y algún ministro le llamó más que eso”.

El ex gobernador de Hidalgo, considerado uno de los políticos más cercanos a Enrique Peña Nieto, advirtió:
“Es obligación del Ministerio Público la investigación de este tipo de cuestiones, sobre todo, en un caso tan público y con tanta trascendencia internacional. Pero debe haber una acción en ese sentido. Porque el trabajo de la policía no puede ser empezar por falsificar”.

El Falso Antrax

En 30 de marzo de 2002, en vísperas de las negociaciones de Televisa y el gobierno de Vicente Fox para congelar una nueva ley Federal de Radio y Televisión, la AFI y la PGR informaron que una investigación minuciosa los condujo a la detención de Guillermo Vélez Mendoza, miembro de la banda de secuestradores conocida como Los Ántrax.

El mismo día que lo atraparon con engaños, dejaron huir al auténtico líder de la banda, Jaime Orozco. Su padre, Guillermo Félix Vélez Pelayo, fue informado el 31 de marzo que su hijo había fallecido en el interior de un vehículo oficial “de muerte natural por causas desconocidas”.

Vélez Pelayo no tuvo acceso a los detalles de la averiguación previa PGR/UEDO/083/2002. Cuando le entregaron el cuerpo de su hijo observó que presentaba múltiples lesiones. Presentó una denuncia de hechos ante la procuraduría capitalina por posible tortura y una queja ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

El padre acusó a la Dirección de Comunicación Social de la PGR de “un mal manejo de la información, ya que informó falsamente a la opinión pública que el agraviado pertenecía a una supuesta banda de secuestradores denominada Ántrax, habiendo señalado que era el cerebro de la misma, no obstante que en la averiguación previa PGR/UEDO/186/2001 no existe elemento alguno que acredite tal situación, o siquiera la haga suponer”.

En su recomendación 12/2002, del 14 de mayo de 2002, la CNDH concluyó que “los hechos relativos a la localización y presentación, intento de huida, forcejeo, sometimiento y traslado del señor Guillermo Vélez Mendoza a las oficinas de la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada no ocurrieron como los agentes federales investigadores lo refirieron, ni como obviamente estaba filmado en la reconstrucción de los hechos enviados sin sonido por esa Procuraduría General de la República”.

La CNDH acreditó que Vélez Mendoza fue extraído de su domicilio mediante engaños; que existieron contradicciones entre lo manifestado por los agentes de la AFI y lo expuesto por las supuestas víctimas del secuestro. Entre otras cosas, la CNDH concluyó recomendado que se amplíe la vista a la Contraloría Interna de la PGR en contra de 6 agentes de la AFI, entonces bajo las órdenes de Genaro García Luna.

Para salvarse del escándalo, la FI obligó al verdadero líder de los Ántrax, a Jaime Orozco, a declarar ante las cámaras televisivas que Guillermo Vélez Mendoza era su cómplice. Cuando rindió su declaración ministerial Orozco no ratificó su acusación.

La familia Vélez le ganó un juicio a la PGR para que enmendara la memoria del joven asesinado y pagara una indemnización económica, después de múltiples triquiñuelas jurídicas de la no cumplir la orden de los jueces.
Continúa mañana. 

Conferencia SSP: rescate de periodistas secuestrados

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