viernes, 28 de septiembre de 2012

Como un puñado de pendejos legisladores pueden causar tonto desmadre en México

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Terremoto laboral 

Indiferentes a las protestas de decenas de miles de sindicalistas, estudiantes e integrantes de organizaciones sociales, los diputados del PRI, PAN y PVEM avanzan en la Comisión del Trabajo con la reforma laboral, que tendrá profundas repercusiones económicas y sociales para las actuales y futuras generaciones de trabajadores, que sólo es comparable con los grandes desastres nacionales que han contribuido al empobrecimiento de 60 millones de mexicanos
 

MEXICO, 27 de septiembre (LILIA ARELLANO/ESTADO DE LOS ESTADOS) Al cierre de estas líneas, nada había que frenara la aprobación de la reforma laboral de Felipe Calderón en la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, que representa una imposición más de su administración a la clase trabajadora mexicana y que impulsará su ya grave empobrecimiento. La complicidad de los legisladores del PRI, PAN y PVEM permitió imponerse a los diputados del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, y rechazar todas las reservas presentadas por el Frente Legislativo Progresista y Nueva Alianza, con lo que se cerró la oportunidad, al inicio del peñanietismo, de generar empleos que ofrezcan a los trabajadores estabilidad laboral, oportunidades de crecimiento, mejores salarios y acceso a créditos para cimentar su patrimonio. La opinión y la oposición de los sindicatos, de integrantes de la academia, de organizaciones estudiantiles, de abogados especializados en materia de trabajo y organizaciones de la sociedad civil, fueron dejados de lado para cumplir los requerimientos de los barones del capital mexicano y extranjero, y los designios de organismos internacionales, con el señuelo de impulsar la competitividad de México, sólo que abaratando la ya deprimida mano de obra de los trabajadores del país.

Alrededor de 50 mil trabajadores sindicalizados marcharon desde el Monumento a la Revolución hasta el Palacio Legislativo de San Lázaro, por la avenida Juárez, Balderas, Fray Servando y Congreso de la Unión, gritando consignas como “Si la reforma es tan buena, pago por hora a diputados y senadores”. Otros coreaban: “Quiten sus corruptas manos de mi futuro y mi país”; otro grupo exigía juicio político a Javier Lozano, ex secretario del Trabajo. En la protesta se identificó a empleados del Sindicato de Nissan, de la UAM, del STUNAM, del Politécnico, de la Universidad de la Ciudad de México, del INBA, del Instituto Mexicano del Petróleo, de los telefonistas, de Ferrocarrileros y Tranviarios, del INBA, de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), del Sindicato Mexicano de Electricistas, de maestros que rechazan también la evaluación educativa, quienes arribaron a la sede del Congreso de la Unión, que estaba resguardada por al menos 600 elementos federales, 200 agentes de seguridad de la propia cámara baja y más de 300 granaderos del Distrito Federal.

Un mitin se realizó frente al palacio legislativo, presidido por dirigentes como Agustín Rodríguez, del STUNAM;

Francisco Hernández Juárez, de los telefonistas; Martín Esparza, del SME, y Artemio Ortiz, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), entre otros, quienes expresaron los peligros para la clase trabajadora de aplicarse la reforma laboral calderonista. Los lideres de los trabajadores acordaron organizar una nueva fase de protesta contra la reforma laboral. También calificaron de traidores a los diputados que votaron en comisiones a favor de los cambios a la Ley Federal del Trabajo. Advirtieron que no pararán en sus acciones y que acudirán a todas las instancias legales posibles y presentarán una controversia constitucional en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Al igual que sucedió con la aprobación de la constitución del FOBAPROA, que endeudó a la Nación por generaciones, y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, que propició la desaparición de gran parte de la planta productiva del país, es este un acto cobarde, artero, en la Cámara de Diputados, que representa, sin duda alguna, el mayor retroceso en materia económica y social en el país. Ahora, en el proceso de análisis y votación de las 261 reservas en lo particular de los cambios a la Ley Federal del Trabajo, se llegó al extremo de legalizar la subcontratación, la modalidad de contratos a prueba, por temporada y capacitación inicial, así como los despidos unilaterales, al juicio del patrón, e incluso que éste pueda notificar la rescisión del contrato a sus empleados por correo; los trabajos a destajo, los contratos por honorarios, sin seguridad social y sin prestaciones mínimas de ley, que representan un retroceso en las conquistas obtenidas por los trabajadores durante más de un siglo y que en menos de 30 días están borrando los legisladores del PRI y PAN.

Se termina así con la estabilidad en el empleo, se libera al patrón de responsabilidades como el pago de aguinaldo y pensiones. “Se suprime con esto la tutela del Estado mexicano a los trabajadores”, como puntualmente lo señaló el diputado perredista Silvano Blanco Deaquino. Por eso, miles, quizá millones de mexicanos, están arrepintiéndose de haber sufragado por priístas y panistas en las pasadas elecciones federales y reflexionan las consecuencias de sus sufragios a la luz de estos actos parlamentarios.

DESPIERTAN AL “MÉXICO BRONCO”

Como era de esperarse, la iniciativa de Reforma Laboral presentada por Felipe Calderón y “modificada” sustancialmente por el PRI, ha traído una serie de situaciones que van de lo chusco a lo peligroso, ya que están tocando las fibras más sensibles del “México bronco”, de ese que han querido aplacar y del que consideran pueden tener todo el control, siempre y cuando las organizaciones sindicales y, en particular sus líderes, estén contentos. Desde las primeras horas de ayer, empezaron a llegar al inmueble de San Lázaro distintas organizaciones cuya primera pretensión fue cerrar las entradas, impedir que se instalara la sesión, evitar el acceso tanto de diputados como de los propios trabajadores de la cámara que mostraron, a su llegada, abierta simpatía por el rechazo de que es objeto la mencionada ley.

Nunca, en la historia del recinto legislativo, se vio tal movilización policíaca. El palacio legislativo se presentó con una imagen de círculos de seguridad formados por la policía de la capital de la República, quienes también mantenían su propia discusión, ya que los de seguridad de la Cámara pretendieron, en más de un momento, darles órdenes para que agredieran a los manifestantes. Los que mayor prepotencia mostraron fueron los de la Policía Federal, mismos que montaron otro cinturón de seguridad pero en el interior del recinto. Los jaloneos escenificados en ese mismo lugar, durante el mandato de Vicente Fox, quedaron reducidos a nada frente a lo que se vio previo y durante la sesión que, finalmente, “sellaron” con la fuerza pública.

Los recesos se dieron una y otra vez. Las discusiones arreciaban y se llegó al punto de desconocer, incluso, si una reserva terminaba aprobada, rechazada o cuál era su destino, en virtud de que sólo conoció de abstenciones en mayoría, por lo que ante el reclamo de los perredistas, los priístas y en particular quienes están moviendo todos los hilos de la Reforma dentro y fuera de la Comisión de Trabajo y Previsión Social, terminaron por aceptar la propuesta de Elena Tapia, que versa sobre la modificación al Artículo 2 de la Ley Federal del Trabajo. Este primer enfrentamiento les llevó más de una hora en tratar de suavizarlo, sin que se llegara a un resultado de convencimiento.

Uno de estos recesos se debió a que Martí Batres chocó contra una puerta de cristal, se hirió la frente y culpó del incidente al exceso de medidas de seguridad que resultan incluso absurdas y que han aplicado ante el temor de que los manifestantes se volcaran al interior del recinto, tomaran la tribuna e impidieran que continúe la discusión. Y es que para los legisladores, el grupo más peligroso es el de los jóvenes, no sólo el #YoSoy132 sino el que conforman los integrantes de la Coordinadora de Sindicatos Universitarios, que han dedicado parte de su tiempo a repartir volantes, por toda la Ciudad, para informar a los ciudadanos de todos los daños que causará esta ley si es aprobada en los términos en los que la presentó la Comisión responsable.

Incluso los del SME llegaron hasta la embajada española para extender ahí su protesta, ya que va encaminada a exhibir a las empresas transnacionales que son las más proclives a la contratación por hora, a la reducción de prestaciones y a los despidos masivos para evitar formar pasivos laborales que les reduzcan sus utilidades. Conscientes de que la crisis por la que atraviesa aquel país se reproducirá en México, hicieron hincapié en que la CFE transfirió de manera ilegal a algunas compañías, más de 268 mil millones de pesos por la compra de energía eléctrica y la mayoría de ellas son españolas. “Estas transferencias de recursos públicos al capital privado son innecesarias y constituyen un verdadero atraco a la Nación, toda vez que México cuenta con un margen de reserva del 47 % de la capacidad instalada”.

La Reforma Laboral está movilizando a distintas agrupaciones en el interior del país. en tanto se conoce bien a bien los artículos modificados y el sentido de estas acciones se preparan y avisan al centro que están dispuestos a ejecutar marchas desde sus lugares de origen hasta la capital del país. Por lo pronto, en Oaxaca ya comenzaron y se manifiestan no sólo contra la iniciativa, sino de la pretensión de privatizar la educación y los servicios de salud. Así, en tanto que en el Sur-sureste se prevé surjan las inconformidades multitudinarias, en el Norte se presenta una calma chicha que, a decir de los propios legisladores tanto del PRI como del PAN, no augura nada bueno.

ASI VAN EN LA COMISIÓN
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