lunes, 26 de noviembre de 2012

Fervor por el “montaje” televisivo fecalero

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Jenaro Vallamil
Iconografía de un sexenio fallido 
(Segunda Parte)


6.-Estela de Corrupción.-El sexenio de Calderón coincidió con el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Los “festejos” oficiales fueron fallidos, caros y sin ningún empuje histórico. Un Gran Coloso efímero y un desfile de espectacularidad sospechosa formaron parte de las ceremonias del 2010, que pasaron rápido en la memoria.

En contraste, la Estela de Luz, convocada y licitada desde la SEP como gran símbolo de los festejos resultó ser la Estela de la Corrupción o la “Suavicrema” como el humor mexicano la rebautizó. Se inauguró un año después. Tuvo un sobreprecio mayor al 60 por ciento. Nadie cree que esta columna sin mayor encanto tuvo que costar más de 1 mil millones de pesos. En todo caso, la Estela de Corrupción sirvió de punto de referencia para las marchas del movimiento #YoSoy132.

7.-Gobierno de Teleseries.-El fervor por el “montaje” televisivo para disfrazar en la pantalla lo que eran logros menores en la lucha contra la delincuencia organizada inició desde el caso Florence Cassez y muchos  otros que alcanzaron menos notoriedad.

El único secretario civil que duró seis años en su despacho, Genaro García Luna, financió con recursos públicos la teleserie El Equipo, producida, dirigida y escrita por el equipo de Pedro Torres, el productor de los realitys de Televisa, y resultó un rotundo fracaso. No generó apoyo social y sí un debate sobre la necesidad de convertir a las instalaciones de la SSP y de la PF en un set televisivo. El costo fue de 118 millones de pesos.

Para no quedarse atrás, la Secretaría de Marina promovió en TV Azteca la serie La Teniente, una ficción que pasó sin pena ni gloria tras 24 capítulos.

Y quizá contraten al equipo del canal AXN para dramatizar el enfrentamiento entre policías federales de García Luna, marinos y agentes de la CIA en Tres Marías, Cuernavaca.

8.-La Guerra de las Telecomunicaciones.-Una disputa soterrada se transformó en 2010 y 2011 en una guerra abierta de desplegados, spots, cintillos y demandas entre los dos grandes gigantes del sector: Televisa (y su aliada TV Azteca) contra Telmex-América Móvil, del magnate Carlos Slim.

La guerra entre ambos marcó el fracaso de un gobierno que promovió cobertura, convergencia y competencia. Ninguna de las tres cosas se cumplió.

Por  si fuera poco, en agosto de 2012 se ventiló públicamente la guerra entre MVS, grupo de comunicación encabezado por Joaquín Vargas, y el gobierno de Calderón.

9.-La requisa de Luz y Fuerza y la desaparición de Mexicana de Aviación.-La fuerza militar y policiaca no sólo se utilizó para combatir al narco. También para desaparecer por un decreto a la Compañía de Luz y Fuerza del Centro. El Sindicato Mexicano Electricista, de larga tradición combativa, se convirtió desde entonces en un movimiento en contra del gobierno calderonista.

Y la misma receta se quiso aplicar con los sindicatos de Mexicana de Aviación. La mala política en aeronáutica civil dejó un desastre. Desaparecieron Aviacsa y Mexicana, la segunda línea aérea más importante del país. Los cielos no fueron azules en doce años.

10.-Josefina Vázquez Mota, ¿candidata o damnificada?.-Calderón no pudo imponer a su “delfín” en la candidatura presidencial. Su auténtico sucesor se murió en un avionazo. Sus “cartas fuertes” nunca alcanzaron un conocimiento mínimo en la población. Y hasta uno de sus “gallos azules” falleció recientemente de cáncer.

La contienda interna para la nominación presidencial fue ganada cómodamente por Josefina Vázquez Mota, quien resistió durante el sexenio el embate de los “calderonistas puros”. En campaña, Vázquez Mota hizo todo para perder. Y su supuesto jefe y aliado hizo todo para que la “Mujer diferente” acabara en tercer lugar. El fracaso de Vázquez Mota es el cierre de un sexenio mortífero y fallido.



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