¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Quien se sabe impune, se burla de los mexicanos
María Teresa Jardí
A
propósito de la visita que hiciera ayer, leo el sábado en nuestro
diario que Calderón “... Viene a Mérida a encabezar dos eventos
relacionados con el programa de ‘Piso Firme’, el cual se operó en la
Secretaría de Desarrollo Social, cuya delegación, desde un principio, se
manejó desde el punto de vista electorero y con una corrupción de tal
forma, que despedirse de esta manera de los yucatecos constituye una
burla, una ofensa...”.
Y pienso que hace con los yucatecos lo mismo que está haciendo con el
resto de mexicanos ese impresentable que llegó usurpando y acaba
convertido en genocida. Y quien incluso aún pretende, antes de salir,
cambiar de nombre a nuestro país.
Como claro sociópata que es, Calderón, un individuo que tiene cancelada
la capacidad de sentir remordimiento hacer el pedido al cuarto para las
doce le debe parecer una idea genial y magnífica. Qué importancia puede
tener para quien se va forrado el gasto inaudito en papelería que la
tardía chorrada ameritaría. Una burla más, entre tantas otras, para el
pueblo mexicano que cada día se levanta con casi medio centenar —los
días que la cifra no rebasa ese número— de asesinados a manera de la
limpia de mexicanos pobres que Calderón se prestó a hacer a nombre de su
falso juego siniestro llamado pomposamente por él “guerra contra el
narcotráfico”. Juego que además tenía por objeto el de cuidar de El
Chapo y el deshacerse de todos los que a ese narcotraficante, catalogado
como uno de los hombres más ricos del planeta, le hicieran sombra, se
pelearan con él o pretendieran ocupar sus “plazas”.
Y de paso debe pensar que eso sería un favor a los yanquis que aspiran a
ser conocidos como América. Pero los que mientras logran convertir al
resto de países que se ubican al Sur del imperio en su patio trasero, ya
no sufrirían la monserga que debe ser que se les recuerde por unos
cuantos de tanto en tanto que el país de los gringos es solamente el de
Los Estados Unidos de Norteamérica. Porque en tanto sea, la república
mexicana, llamada por la Constitución Política de nuestro país, Estados
Unidos Mexicanos, los yanquis serán solamente los Estados Unidos de
Norteamérica y nada más por muchos que les duela.
Y suerte hemos tenido de que al que llegó usurpando y sale como genocida
no se le haya ocurrido la “original” idea de proponer que se llame de
una vez al país que desgobernó, asesinando a más de cien mil mexicanos,
más unos cuantos cientos más de migrantes centroamericanos, Nueva
Colonia de España que es en lo que nos deja convertidos o de plano pedir
que se nos convirtiera en una estrella más, eso sí, como patio trasero
solamente, de la bandera gringa.
Mientras espero que se ponga el siga para cruzar a pie una calle, leo en
un kiosko de diarios las portadas de las revistas. Y me salta un
“Hola” en que a todo color se informa que la mujer de Calderón,
Margarita Zavala, como primera dama, se ganó al pueblo mexicano.
Lo mismo que debió decir esa revista u otras de igual corte hace apenas unos años de Marta Sahagún, supongo.
No perdonan la burla ni siquiera de cara al día en que se denuncia la
violencia sufrida por las mujeres en general y en particular por las
mujeres pobres. Violencia doblemente intensa en un país donde la muerte,
para muchas, es lo cotidiano. La muerte sufrida con el asesinato de
cada hijo y la muerte propia acompañada del peregrinar pidiendo justicia
a sabiendas de que la impunidad es lo único que van a recibir como
respuesta.
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