viernes, 30 de noviembre de 2012

Nunca pudo fecal-ron lograr legitimidad

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Los “fantasmas” de Calderón 

La viciada elección del 2006 será uno de los acontecimientos que perseguirá a Felipe Calderón debido a que no logró afianzar la confianza de los mexicanos / Otro aspecto negativo de su herencia es el fracaso de su política de seguridad

MEXICO, D.F., 29 de noviembre.- Para Lorenzo Meyer, la elección de 2006 será uno de los “fantasmas” que perseguirá a Felipe Calderón, debido a que no logró afianzar la confianza de los mexicanos en las instituciones, principalmente en las electorales.

El historiador señala que además se sumará la “herencia” de una política de seguridad de la que no se obtuvieron resultados concretos, así como la decisión del panista de haber privilegiado una alianza política con la líder del magisterio Elba Esther Gordillo, en lugar de consolidar la calidad educativa en el país.

“El fantasma que le debe también de perseguir es que dejó ir la oportunidad de algo muy difícil que es cambiar la cultura cívica mexicana, de hacerla una cultura confiada en sus instituciones, en particular en las electorales de donde nace la legitimidad política.

Si la elección está viciada, ya la legitimidad tiene un problema desde antes de que se inicie el gobierno, eso pasó en el 2006 y se vio que volvió a pasar en el 2012; quizá si en el 2006 se hubiera preferido el juego limpio a cualquier otra ventaja a lo mejor no pasa lo del 2012 pero el 2012, y eso es Calderón el que tiene que responder en buena medida, tenemos el regreso del PRI”, indica Meyer en entrevista.

Y el PRI es un partido, quiéranlo o no, no es algo que alguien diga es opinión, es un hecho, es un hecho fáctico, es un partido que nació para mantener el poder no para jugar con elecciones creíbles”, menciona.

Para Meyer, Felipe Calderón debió buscar la Presidencia de la República sin usar el miedo y sin haber señalado a la izquierda y a su entonces adversario, Andrés Manuel López Obrador, como un peligro para México.

De acuerdo al también analista político, esa decisión fue fundamental para el tipo de elección que se dio hace seis años, donde al final de cuentas la diferencia de votos entre ambos fue mínima lo que ocasionó que existieran dudas sobre el mismo proceso electoral.

Ante ello, indica Meyer, Calderón ya como mandatario determinó legitimar su gobierno y enviar un mensaje de ser un líder fuerte mediante la implementación de la estrategia antinarco.

“Ese punto de partida marcó de manera definitiva todo el resto del sexenio. Justamente por esa debilidad en la percepción del triunfo es que Calderón optó desde los primeros días de su gobierno por dar una muestra de líder fuerte, de líder decidido.

Y decidió que una lucha frontal, una lucha armada, espectacular contra los cárteles de la droga, contra esa parte del crimen organizado, era una buena propuesta, ya que desde tiempo inmemorial el líder que triunfa en una lucha gana en legitimidad”, señala.

Meyer apunta que debido a la forma en cómo Felipe Calderón llegó a la Presidencia no se afianzó algo tan débil y que apenas iniciaba con las elecciones del 2000, como la confianza de los mexicanos en el proceso electoral.

“Esa es una herencia negativa muy fuerte y en la segunda, es que su política principal (de seguridad) no tuvo el éxito que prometió en el inicio y deja al país sin resolver ese problema, y lo deja más complicado que como lo encontró”, indica.

A decir del historiador, desde el inicio del sexenio fue evidente que el presidente tuvo que pagar el “favor” que el SNTE, a cargo de Elba Esther Gordillo, le hizo durante la campaña, y muestra de ello fue darle la subsecretaría de Educación Básica al yerno de la maestra, Fernando González.

“Las pruebas que se encuentran en los documentos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, por ejemplo, donde México queda en los peores lugares, nos muestran que la calidad se fue por la borda, que se prefirió el apoyo político del SNTE a la calidad de la educación”, menciona

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