Por Esto!
Hambre más IVA
Laura Bolaños Cadena
Mientras Peña Nieto emprende con bombo y platillos una “Cruzada Nacional contra el Hambre”, su partido, el PRI, propone gravar con el IVA a medicinas y alimentos. De aprobarse esta aberración, aun si es sólo con el 15% actual, que también se discute aumentar, los pobres del país, que son la gran mayoría, verán reducida en ese mismo 15% la posibilidad de adquirir la precaria alimentación que hoy consumen.
Ya hemos exhibido en otros comentarios la falacia de que los ricos son los que pagarán más por ser los que más consumen, pues no es lo mismo quitarle a un rico el 15% de un millón de pesos que quitárselo a quien gana un salario mínimo. La ínfima capacidad de compra de los trabajadores se verá fuertemente afectada, ya que ellos emplean la mayor parte de sus pobres ingresos en pagar alimentos. A eso se añade el mismo aumento a los medicamentos. Y no todos los mexicanos gozan de protección social a la salud, ni todos los fármacos son proporcionados por las instancias oficiales.
Con la absurda propuesta sobre el IVA se está fomentando justo lo que se dice combatir desde el gobierno: el hambre. El hambre masiva. ¿Qué es, pues, la tan cacareada cruzada? Puro teatro demagógico para simular que se combate un flagelo nacional con políticas que EPN niega sean asistencialistas, pero en las que no hemos visto contemplada la urgente necesidad de empleos bien pagados. ¿Y qué se hace con el salario mínimo?
Tampoco se toman medidas para remediar el daño que los gobiernos anteriores han hecho al campo, donde está el problema principal. Gracias al abandono de este sector, empeorado con el TLC, México ha perdido millones de brazos aptos para la producción y se los hemos regalado a los EU.
Desagravio a los franceses, agravio a los mexicanos
Me añado a la indignación general por la actitud servil del gobierno mexicano ante el gobierno francés a través de sus empleados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Pocas veces ha quedado tan mal esa instancia a la que no sé porqué insisten en que debemos respetar. No hay porqué respetar una decisión que exhibe la supeditación de la máxima institución de justicia mexicana al poder presidencial, y de éste a un poder extranjero. La justicia nacional no tendría que doblegarse ante el interés espurio de un gobierno de otro país.
Ya fue suficientemente ridículo que Nicolás Sarkozy, el anterior presidente francés, convirtiera en asunto de Estado la defensa de una vulgar delincuente. No culpo al pueblo francés que ha sido manipulado al grado de haber convertido a una secuestradora, parte de la delincuencia organizada de nuestro país, en heroína y mártir. Buen provecho sacaron sus abogados de la corrupción y el bien ganado desprestigio de la policía mexicana.
Los magistrados de la SCJN que dieron su voto a favor de la libertad absoluta de la Cassez, se cubren con el manto de los derechos humanos para dar cumplimiento a las órdenes “de arriba”. En un acto con el que pretenden quedar de muy legales y muy respetuosos de la justicia, proclaman que no se meten a juzgar si la secuestradora es inocente o culpable y sólo se limitan a defender sus derechos. Los derechos humanos comprenden un acto de justicia que implica el castigo a los transgresores y los derechos de las víctimas.
¿Esto es justicia?
Mañosamente se anularon los testimonios de las víctimas en contra de la Cassez, identificada por el niño secuestrado al que ella ayudó a que le cortaran un dedo para enviarlo a los familiares. Fue identificada también por la madre del niño, víctima reiterada de violación por parte del “novio” de la fulana. Tengo en mis oídos la voz de esa mujer -dijo en una carta que publicó en la prensa- gritando y amenazando al hombre si seguía metiéndose conmigo. La señora reiteró, además, que esa sería su última manifestación pública, pues no tenía dinero para salir al paso de la campaña desatada por los defensores de la delincuente.
La SCJN sólo tomó en cuenta las transgresiones cometidas por la policía mexicana, en especial el famoso montaje televisivo donde se escenificó la captura de la mujer y su pareja haciendo creer que era una toma en vivo. Ésta ha sido la base de la que partió toda la campaña en Francia sobre la “inocencia” de Cassez.
Partidos y organizaciones civiles están exigiendo que se enjuicie a García Luna, el funcionario consentido de Calderón, autor de la pifia que dio lugar a todo este ridículo asunto que ha terminado con un acto de injusticia mayor. Lo conducente era reponer el juicio y con base en las irregularidades rebajar la pena a la francesa, pero no dejarla libre.
Algo tan grave y con tamañas consecuencias, amerita unos añitos de cárcel al funcionario responsable, pero… ¿qué apuestan que aun si se le hace juicio político a García Luna no le va a pasar nada? En este país, la impunidad de los mandones es la regla. A menos que EPN lleve más lejos su golpe al gobierno anterior, pero no encaja dentro de la regla implícita entre los de arriba: “Hoy por ti, mañana por mí”.
Pero más que nada hipócrita
Olga Sánchez Cordero, una de los dos principales ministros impulsores de la libertad de la Cassez, dice que respeta el derecho de las víctimas de los secuestradores, y que para ellas “toda su solidaridad”. ¿?
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