jueves, 30 de mayo de 2013

El pueblo ya no aguanta tantas mentiras

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
La rectoría del Estado...
María Teresa Jardí

Si se trata de recobrar la rectoría del Estado el nuevo, tan viejo, PRI debe empezar por el rearmado ético de todas las instituciones.

De nada sirve, y ha quedado probado una y mil veces, el crear instituciones por encima de otras que no funcionan. La CNDH es el mejor de los ejemplos.

Para no meterle mano al aparato federal y a los procuradores estatales de justicia, cuando Jorge Carpizo, entonces ministro de la Corte, fue a ver a Carlos Salinas para decirle que en México se torturaba a los detenidos y hacerle ver que esto no era posible en un país que se soñaba ya de primer mundo, éste, al que le interesaba sobre todo la firma del Tratado de Libre Comercio a favor de los gringos, le pidió a Jorge armar una institución defensora de los derechos humanos de los detenidos; en lugar incluso, de pedirle a él, o al adecuado para hacerlo, la radiografía de esa institución que continuó como siempre, para meterle mano en aras de rescatarla como procuradora de justicia.

Se trataba, como ahora queda claro, de que no funcionase ni una ni la otra. Aunque debo decir a mi favor que a Jorge yo se lo dije siempre y lo escribí muchas veces.

Y como Carpizo, como presidente de la CNDH, empezó a molestar a gobernadores con sus Recomendaciones, entonces se ideó el crear una serie de instituciones por encima de las procuradurías estatales en las que pudieran ser manipulados, por el gobernador en turno, sus respectivos presidentes. Quedando en federal, dejando de ser nacional, la que se llama nacional todavía, aunque no lo sea. La que no tardó tampoco demasiado en verse obligada a convertirse en revisora de lo que no hacen las comisiones estatales, sobre todo en los casos realmente graves en los que incluso de oficio interviene un Ombudsman en los lugares que tienen un Defensor del pueblo.

Es claro que algunas comisiones funcionan algunas veces y es claro que no todos los presidentes de las mismas son iguales. Algunos hasta tienen un compromiso con los derechos humanos.

Pero también es claro que las comisiones estatales o incluso gubernamentales, como son aquí la mayoría, lo mismo que las organizaciones no gubernamentales defensoras de derechos humanos, tienen sentido en la medida en que se crean, para desaparecer. En tanto se rearman las instituciones, digamos, primarias. Y de rearmar a la PGR y de entender el actual titular de esa institución y sobre todo el secretario de Gobernación que ya habla de dotar de presupuesto propio al grupo de ministerios encargados de resolver el caso de los desaparecidosque el caso de los desaparecidos debe ser tratado directamente por el Procurador General de la República con un grupo pequeños de ministerios públicos y de policías en los que confíe el Procurador, y no por una fiscalía por encima de esa institución, está el que se pueda conocer de manera creíble lo realmente ocurrido en cada caso de desaparecidos siendo ese el rubro más sensible para el pueblo e imprescindible para que el partido gobernante pueda retomar la rectoría del Estado mexicano.

Es muy importante escuchar a las víctimas familiares de esa otra víctima que es cada desaparecido. Pero no es suficiente. Y en parte eso es lo que hizo la fiscalía encabezada por Carrillo creada por Fox cuyo fracaso salta a la vista. El caso de los desaparecidos pasa por el Nunca Más como única solución valida. Y en la medida en que aquí se vayan acumulando los de Peña lo demás no será más que otra tomadura de pelo en un país que no aguanta ya más mentiras

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