No tiene ni para comer pero está contento

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Felizmente explotados
Lilia Arellano
 
Estado de los ESTADOS

En México, largas jornadas y bajos salarios
Andrés Granier, hundido y en plena evasión
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“El vicio inherente al capitalismo es el desigual reparto de bienes. La virtud inherente al socialismo es el equitativo reparto de la pobreza”: Winston Churchill
 

A raíz de la creación de un comité para la productividad, la información sobre la situación en la que se encuentran los trabajadores mexicanos ronda por doquier y genera tanto interpretaciones como opiniones encontradas. En tanto que algunos consideran que debe ser una obligación -y parte de los valores que acompañan al ser humano- el cumplir a cabalidad con las labores que se asignan a cambio de un salario y, con ello, elevar la productividad y, por ende, hacer crecer a las empresas en las que prestan sus servicios, otros advierten en los reportes de organizaciones mundiales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), una explotación disfrazada en nuestro país.

Según el informe, los mexicanos “trabajan un promedio de dos mil 250 horas por año, o sea casi 500 horas más que el resto de los ciudadanos de 33 de los 34 países que conforman la OCDE”. Realizaron sondeos que denominaron “¿cómo va la vida?” y en ellos quedó asentado que los hombres son los que laboran jornadas más largas hasta en un 35 por ciento y que el 18 por ciento de las mujeres confesó tener prolongados horarios de trabajo. Esta organización, como se recordará, tiene como titular a José Ángel Gurría y en ese reporte se asienta que las mujeres, pese a tantos discursos, seguimos teniendo menos oportunidades de empleo.

Pero el asunto no se detiene ahí, sino que se amplía al terreno salarial y es aquí donde las diferencias se acentúan, ya que en tanto en nuestro país las percepciones anuales alcanzan solamente los nueve mil 800 dólares por año, en otras naciones un trabajador alcanza 34 mil 466 dólares. Lo anterior explica, muy claramente, la pobreza en la que intentan sobrevivir muchos miles de familias mexicanas y da cuenta, con el desempleo, de la multiplicación de la economía informal, la cual conoce una nueva ruta a través de las outsourcing, ya que el hecho de que se evite pagar impuestos y no se otorguen prestaciones sociales las ubica en ese tenor, independientemente de que son, ahora, las que ocasionan la quiebra sin precedentes del IMSS.

Respecto a la esperanza de vida también existen diferencias notables, ya que la esperanza en nuestro terruño es de casi 74 años, seis menos que en el resto del bloque que compone la OCDE. Y si a lo anterior le agregamos que se ha prolongado la edad laboral para alcanzar la etapa de las pensiones hasta los 70 años, ha resultado una gran verdad lo que hemos expresado una y otra vez en estas mismas líneas: se llega el momento en el que sólo hay que esperar a morir sin recibir ninguna compensación por todos los años de trabajo. Eso sólo sucede en nuestro país. En el resto del mundo, vemos que se construyen ciudades enteras para los retirados, para los pensionados; incluso, uno de los negocios del momento son las casas de asistencia, que no asilos, en los cuales encuentran todos los servicios, incluyendo auto con chofer para disfrutar esa etapa de la vida en la que ya se ha cumplido.

No es raro, ante este panorama y el que nos acompaña a diario rodeado de corrupción y podredumbre, que solamente el 38 por ciento de los mexicanos muestre confianza en sus instituciones, lo cual significa la tasa más baja, ya que el promedio que esta organización refiere alcanza el 56 por ciento. Lo paradójico comienza cuando, en semejante estudio nos revelan que: el 85 por ciento de los encuestados dicen que son felices, que cada día viven más experiencias positivas que negativas. Esta felicidad sobrepasa a la del resto de los 33 países que registran apenas sí un 80 por ciento.

Así las cosas, ocupando el penúltimo lugar en el índice para una vida mejor, los mexicanos somos campeones en felicidad. Nada importa que también estemos en el sótano cuando se trata de la seguridad, de la educación, del empleo o del ingreso en que nos sitúan sólo por arriba de Turquía y muy por debajo de otros países latinoamericanos, como Chile y Brasil. México se encuentra entre los países mas inseguros y el 13 por ciento de los encuestados afirmaron que han sido víctimas de por lo menos un asalto en el último año.
Sólo el 36 por ciento de los adultos, entre 25 y 64 años, ha obtenido el certificado de educación secundaria, lo cual los priva de un trabajo formal en el que, según las leyes aprobadas durante el sexenio de Vicente Fox, es obligatoria la preparatoria. Este es, sin duda, uno de los informes que revela el estado actual del pueblo de México y que también nos obliga a recordar lo escrito por Galeano, con relación a la servidumbre y a la mansedumbre que han revelado los pueblos latinoamericanos donde, pese a las grandes riquezas naturales, sus habitantes sobreviven en medio de la pobreza y la miseria.

Por si todo lo anterior no fuera suficiente, tenemos que durante el primer trimestre del año, el sector manufacturero creció en 2.1 por ciento. Es decir, hubo más contrataciones en las fábricas. Sólo que los salarios cayeron en un 1.2 en ese mismo periodo. Así que no sólo se trata de la pérdida del poder adquisitivo, sino de las percepciones, de esas jornadas de trabajo que sólo dejan frustraciones, enojo, pesadumbre, depresión porque la paga no alcanza para solventar los gastos familiares en esa capa social de la población. No hay peor miseria que la que se vive con trabajo.

Para agregar a todos esos sentimientos la envidia, tenemos que Australia es el mejor país para vivir y es de las pocas naciones a las que las crisis financieras internacionales no les han provocado ni siquiera un ligero malestar. Los australianos viven mejor que los suizos, los canadienses, los noruegos, los norteamericanos, los ingleses, los que viven en Dinamarca y en los Países Bajos. En Alemania, contrario a lo que sucede en nuestras fábricas, empresas como la Volkswagen subirá los salarios de sus empleados al doble de la inflación que es del 1.2 por ciento, alcanzando hasta el 3.4 por ciento, con lo cual apoyarán el mercado interno, estimularán el consumo y el comercio y ayudarán al reequilibrio de la zona euro.

Sin embargo, tal parece que nada importa cuando se es feliz. ¿Verdad?

GRANIER DE HUIDA

Hay un viejo refrán que reza: “Sobre advertencia no hay engaño”. Y tal sucedió en el caso Tabasco. Con anterioridad y como se informara en los diarios POR ESTO! dentro del texto de una larga entrevista con el entonces gobernador electo Arturo Núñez Jiménez, las cuentas de la entidad, las que entregaba el por entonces todavía gobierno, serían revisadas minuciosamente. Se hizo hincapié en que no había -ni lo habría- ningún tipo de negociación con Andrés Granier y si bien no se emprendería ninguna cacería de brujas, aquel que hubiese hecho mal uso de los recursos públicos sería llamado a cuentas.

Por lo tanto, no hay nada que revele que hay revanchismo, venganza o cualquier otro elemento que se sitúe fuera de la legalidad con la que se ha venido manejando el tabasqueño. El destino de los recursos que se encontraron recientemente no habrá de ser otro, al final de las investigaciones, que a beneficio de los que fueron defraudados: el pueblo de esa entidad. Según lo revela Núñez, esta semana es clave en la investigación de ese desfalco y ya se tienen las fechas marcadas para la comparecencia ante los juzgados tanto del secretario de Finanzas como del ex subsecretario de Ingresos, marcándose el 5 de junio para el primero y el 7 de junio, dos días después, para el segundo.

Ahora que Andrés Granier estará en el banquillo el próximo jueves, el 30 de mayo a las 11 de la mañana, lo cual revela que no existe la mínima intención del gobernador de encubrir a su antecesor, aun cuando en un tiempo hubiesen militado en el mismo partido. A decir de Arturo Núñez, tampoco se revela que existan intenciones del gobierno federal de tapar o diluir las acusaciones sobre el químico, aunque existe la posibilidad de que ya se hubiese dado a la fuga una vez que tuvo conocimiento del citatorio enviado por la Procuraduría General de la República, ya que como se sabe, esta investigación salió de la órbita estatal y está en la federación e intervienen tanto las unidades de Inteligencia Financiera de Hacienda como las de la propia PGR.

Esto es sólo el principio de una madeja. Por ahora, únicamente se trata de partidas presupuestales que nos dicen correspondían al renglón salud, faltan las que refieren el área de protección civil y los millones entregados para la restauración de zonas muy importantes en el centro de Villahermosa que fueron devastadas por las inundaciones. Todo ello, independientemente de los expedientes que obran en poder de las autoridades, cuyo contenido tiene que ver con las investigaciones que se siguen a los depósitos efectuados en cuentas a nombre de sus hijos.

Por lo pronto, trascendió que no ha habido ninguna comunicación entre Granier y el titular de gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, según el mismo lo reveló. En Tabasco, esperan que las diferencias políticas del pasado no influyan en lo más mínimo en la aplicación de la ley que el presente exige.

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