jueves, 22 de agosto de 2013

Reforma PRIvatizadora y entreguista

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Cinco mitos sobre la Reforma Energética
Ricardo Monreal Avila

Pemex no es rentable. Carece de recursos para explorar y explotar nuevos yacimientos.

Falso. En el extranjero, en Asia y en Estados Unidos, los actuales directivos de Pemex y de la Secretaría de Energía, han estado presentando un Pemex rentable, capitalizado y bien administrado. En un documento oficial y en una presentación en Power Point titulada “Expo Foro Pemex”, se lee lo siguiente:

“. PEMEX es la empresa que más genera ingresos en México y la segunda de Latinoamérica.

PEMEX es una de la principales empresas petroleras del mundo y uno de los participantes más importantes del mercado norteamericano, que es el más relevante a nivel global.

PEMEX es el corporativo más grande y más importante de México y es un motor de crecimiento por sus niveles de inversión.

PEMEX es una de las empresas más reconocida por la diversidad y el volumen de operaciones financieras.

PEMEX cuenta con esquemas y sistemas de vanguardia para la ejecución de procesos financieros y agilizar su interacción con contratistas y proveedores.”

El Pemex quebrado y sin salida es una visión que se proyecta sólo en México, para intentar convencer a la opinión pública de que no hay otra salida que no sea la entrada de capital privado, nacional y extranjero.

Con la reforma energética sobrará el empleo.

Mentira. Cuando PRI y PAN aprobaron la reforma laboral el año pasado, se ofrecieron 600 mil nuevos empleos de manera inmediata. Ocho meses después, lo que hay son 300 mil desempleados. Los trabajos que se han creado son de hasta dos salarios mínimos y sin prestaciones sociales. La gente prefiere el trabajo informal o el autoempleo, porque gana un poco más, sin ser explotado de manera tan abierta y descarada.

Bajarán la luz y el gas.

El descaro. Cada primer sábado del mes, las gasolinas suben de precio, no bajan. Y atrás de ellas, suben los alimentos, los servicios y demás productos. El gobierno actual ha subido un peso las gasolinas y el diesel en tan sólo 9 meses. Gas y luz son más caros ahora que hace un año. Si el gobierno dice que con la reforma habrá luz y gas baratos, ¿por qué no ha parado los “gasolinazos” de cada mes? Además, la gente tiene la mala experiencia de las privatizaciones anteriores (Telmex, Aeroméxico, bancos, autopistas, aeropuertos, minas, etc.). En ningún caso los servicios y productos bajaron de precio o mejoraron su calidad. Por el contrario, sólo sirvieron para beneficiar a unos cuantos y perjudicar a los consumidores. Tenemos las telecomunicaciones y los bancos más caros y malos del mundo.

No es privatización, es modernización.

Engaño. Aquí y en China privatizar es “transferir una empresa o actividad pública al sector privado”. La reforma energética lo que plantea es compartir la renta petrolera con particulares y transferir la generación de luz eléctrica “a productores privados independientes”. Lo que sucede es que el gobierno no quiere llamar a las cosas por su nombre, porque “privatizar” es sinónimo de saqueo de la riqueza nacional y de exacción de la renta familiar, así como de concentración de la riqueza. Pero aunque la privatización se vista con la seda de la modernización, privatización se queda.

La reforma energética es cardenista.

Manipulación. Si no puedes con el cardenismo, disfrázate de cardenista. El gobierno se escuda en la figura del expresidente Cárdenas agarrándose de un clavo caliente y deformando la figura del presidente que expropió la industria petrolera. Cárdenas aceptó la participación del sector privado y de los contratos de riesgo como excepción, no como regla; como complemento, no como desplazamiento; y bajo la regulación del Estado, no bajo la lógica de la máxima ganancia y el mínimo rendimiento social. Además, la propaganda oficial deja de lado que Lázaro Cárdenas siempre estuvo a favor de la desaparición de los contratos de riesgo o de utilidad compartida, por el hecho de que no satisfacían las expectativas de crecimiento de la industria petrolera. Se olvida las razones por las que dichos contratos fueron abrogados de nuestra Constitución en 1960: no cumplían con sus obligaciones fiscales, explotaban a los trabajadores y causaban daños medioambientales en las comunidades petroleras. Dejaban más perjuicios que beneficios.

En resumen:

En exploración y producción, la razón del cambio constitucional es permitirle al Poder Ejecutivo compartir la renta petrolera a su discreción, tanto mediante la elaboración de las leyes secundarias como mediante la operación de los contratos específicos. Si existe corrupción en las compras de Pemex, esta corrupción puede ser mayor aún en la adjudicación de estos contratos y en la supervisión o auditoría necesarias para determinar las “utilidades” de cada contrato.

Respecto de las demás actividades de Pemex, éstas pasarán paulatinamente a manos privadas, en procesos probablemente opacos. Un fenómeno parecido a lo que pasó con la banca, cuando se permitió la competencia de intermediarios financieros privados que acabaron comprando los bancos.

En el caso de CFE, la privatización ya está hecha en gran medida, pues los generadores privados ya tienen casi el 40% de la capacidad de generación y generan casi el 50% de la electricidad. Por cierto, sin la reducción en las tarifas de la electricidad que se prometió para justificar esta privatización.

Para acelerar el deterioro de la CFE, se va a permitir que los privados oferten directamente a los grandes consumidores, sin pasar por CFE, con lo que se corre el riesgo de que ésta acabe quedándose sólo con los consumidores menos rentables, que no le interesen a los generadores privados. Aparentemente, la CFE también va a tener que construir la infraestructura de transmisión para los generadores privados, lo que le puede generar costos de inversión que no necesariamente pagarán los generadores beneficiados. Habría que esperar las leyes secundarias para tener una opinión más concreta sobre este tema. Pero si la reforma energética constitucional es lesiva desde el inicio, las leyes secundarias no podrán ir en sentido contrario a la reforma principal.

Esta reforma energética es privatizadora y entreguista de los principales recursos naturales del país. Con ello se confirma lo dicho desde el año pasado, cuando el PRI se hizo de la presidencia de la República con carretadas de dinero ilícito: quien compra la Presidencia, termina vendiendo al país.

ricardomonreala@yahoo.com.mx
Twitter: ricardomonreala 

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