lunes, 25 de noviembre de 2013

EsPurioN va rápido pa' traidor de traidores

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
La trampa
Por María Teresa Jardi 

Tendríamos que empezar a hilar mucho más fino los mexicanos para lograr quizá entender lo que con México ocurre hoy, posiblemente de manera irreversible. Irreversible por ahora y quién sabe cuándo les vaya a llegar a los que queden, impuesto por sociedades que no se encuentran tan atrasadas si logran que no les impongan la masacre, por lo que a la capacidad de razonar toca, como se ha hecho evidentemente con la sociedad mexicana a lo largo de décadas.

Perversos al servicio del imperio yanqui desde Echeverría, corruptores desde Alemán, entreguistas desde Salinas y luego Zedillo y luego Fox y Calderón y Peña son los creadores de los grupos de sicarios que operan a lo largo y ancho del país.

Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, el más traidor de los mexicanos, siendo traidores también los otros, no declaró una guerra al narcotráfico ni sacó a la calle al Ejército nacional primero y luego a la Marina para que combatieran al narcotráfico.

Al Ejército y a la Marina los sacó a proteger a un cártel de la droga, elegido por él de común acuerdo con los yanquis, mientras perseguían a los otros e imponían “los daños colaterales” como regla.

Calderón permitió a García Luna entrenar a un ejército de sicarios gansteriles, conocido como los hombres de negro, que, a bien ha tenido Peña, integrar a las huestes de Mondragón, que como el resto, es otro traidor esperpéntico.

“La Familia”, “Los Zetas”, “La línea” y el resto, es obvio que fueron entrenados y creados por el que usurpando llegó al poder “haiga sido como haiga sido”, responsable de los cientos de miles de muertos, que como genocidio de pobres se implantó aquí, de manera descarada, desde el pasado desgobierno a modo de la entrega que hoy a Peña se le exige como su encomienda.

Encomienda que por otro lado Peña acepta. No se salva tampoco de la traición el producto impuesto al pueblo mexicano como condena por el poder de facto televisivo al servicio también del imperio gringo.

La mentira es la regla y como dijera no recuerdo quién, antes que el amor, la salud, la fama o el dinero, la verdad es lo que por encima del resto se encuentra. Algún intelectual famoso, Sampeiro, puede ser, no lo recuerdo en este momento y no quiero perder el hilo de algo que hace tiempo vengo pensando para compartir con ustedes.

No son posibles los poderes de facto gansteriles donde el poder combate a los delincuentes. Y es diáfano hoy, con las declaraciones de funcionarios de quinta, los de primera aquí ya no existen, asegurando que no van a permitir que el pueblo se defienda. Persiguen a los que obligados, por la situación de abandono, se ven a empuñar las armas para defenderse, de los que con ellos hacen lo que les da la gana, cuidados incluso por el Ejército nacional, como quedó plenamente establecido en el caso de “Los caballeros templarios”, cuando dejaron entrar a las autodefensas de Aquila, desarmadas, a enfrentarse con los que garantizaba el ejército que no los iban a atacar porque son unos y otros los mismos.

Salinas entendió que había que expropiarle también las palabras y su contenido al pueblo y desde entonces así han operado él y los que a ese impresentable falso redentor de la patria sucedieron.

Y con Zedillo se expropio también lo aprendido y aprehendido del EZLN y ACTEAL fue el inicio de sicarios indígenas, que con Calderón dieron el salto a soldados sicarios del narcotráfico, tan convenientes para hacer la limpia de pobres que además como plus para el imperio, ha tenido la falsa guerra iniciada por el traidor de traidores, aunque Peña vaya camino de convertirse en lo mismo.

La falsa denuncia contra los templarios, que fueron a entrevistarse con los mediocres legisladores, pero muy bien comprados, sólo busca el justificar el otro pago, Michoacán, que exige el PAN para sumarse a la entrega de los pocos bienes que a la nación mexicana le quedan.

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