Por Esto!
¡Claro que fue gringa la guerra de Calderón!
Manú Dornbierer Satiricosas
Gilberto López y Rivas, profesor-investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Centro Regional Morelos, escribió el año pasado el estupendo libro “Estudiando la contrainsurgencia de Estados Unidos”, una pequeña obra de apenas 75 páginas, en la que nos da a conocer los manuales, mentalidades y uso de la antropología que el vecino del Norte lleva a cabo para expandir y mantener la mundialización capitalista neoliberal, me decía el jueves pasado por mail Eduardo Ibarra, director de la revista digital “Forum”.
Le recuerdo que no es nada nuevo. Con mi libro “La Otra Guerra de las Drogas, Grijalbo 1991 y sus subsecuentes ediciones de Libros del Sol, denuncié sin ambages que el narco era y es el gran negocio del gobierno gringo, como queda claro en muchas denuncias hasta las propias fílmicas de Hollywood, “Peligro Inmediato”, entre muchas más, historia de un agente de la DEA enviado a Colombia cuya investigación ficticia termina en la Oficina Oval de la Casablanca, acusando de capo al propio presidente.
Curiosamente, en esta tropical ubicación en donde tengo la fortuna de vivir, la víspera del citado correo de “Forum” comentamos entre amigos la inaudita protección estadunidense que le permite vivir a Calderón el American dream en la mayor y más conchuda impunidad sin que nadie lo moleste, igual que su operador el bandido de Genaro García Luna. Es indignante ese Fecal, como le hemos llamado sus detractores, entre los cuales tengo el honor de contarme, antes, durante y después de que fuese el presidente espurio de México, entronizado por todos los IFES, TRIFES y/o IMES, hoy hechos bolas con otra reformita al vapor como bien sabe la respetable María Marbán. La impunidad es uno de los grandes males de este país y es muy lamentable que AMLO haya perdonado públicamente al robot harvardiano Felipe sin especificar que quizás lo hacía a manera personal por el robo de la elección de 2006. Pero millones de mexicanos que votamos por él no lo perdonamos, los miles de víctimas y sus familias tampoco y los verdaderos ciudadanos tampoco, por las dimensiones del daño hecho a México.
Este par de inmundos mexicanos se la pasan “de pelos” en USA, según otro testimonio que pide anonimato, no obstante o precisamente por eso mismo, por haber aplicado a su patria las criminales recetas que describe en su libro Gilberto López Rivas y propiciado la muerte de 100 mil víctimas, en números redondos, la inmensa mayoría sin identificar.
Otra horrible inspiración de la narcoguerra
De lo que en verdad se trató, dijo otro amigo local, fue de impedir desde México la migración a Estados Unidos de tantos miles de migrantes “muertos de hambre”, los nuestros y los que pasan por aquí, mexicanos, suramericanos, centroamericanos y otros. ¿No se acuerdan de la matanza de los 72 migrantes hondureños en Tamaulipas? Eso fue la Iniciativa Mérida.
Se nos heló la sangre a los presentes, sin duda tanto como a Eduardo con la lectura del libro de Gilberto. Debe saber Calderón que no sólo los parientes de las víctimas lo recuerdan. Somos muchos los Indignados por su vergonzosa impunidad tras la guerra indudablemente gringa, como lo prueban las recientes informaciones del equipo investigador de espionaje de MVS.
Por mi parte, durante todo el horripilante calderonismo me la pasé hablando de la “guerra gringa” y recibiendo por ello de los ingenuos ¿o cómplices? partidarios de Fecal insultos, burlas y descalificaciones. Lo que el presidente quería, me decían, era alejar las drogas de los niños mexicanos (por eso los mataba, contestó un caricaturista de La Jornada). Y algunos decían que era admirable el valor de Fecal “para luchar de frente contra el narcotráfico”. Entre ellos el presidente Obama. El país quedó hecho trizas ¿y nadie piensa en ese santurrón hombrecillo del PAN, ahora en Harvard? La impunidad en este país es tradicional, pero nunca fue tan escandalosa por la protección imperial.
La indiferencia alcahueta del gobierno de hoy hacia el anterior no convence. “Hoy por ti, mañana por mí” y la magnánima cobardía del “ya ni modo” y el “ya pasó y hay cosas más importantes que hacer”, dejan a la ciudadanía que sí es consciente y responsable y clama por justicia en una soledad y en una desesperación que no merece. Pero además, totalmente inerme frente a los nuevos abusos, como se vio en los huracanes legislativos de diciembre 2013 en los que perdimos nada más ni nada menos que el petróleo en un fin de semana.
No hay justicia aquí ¿y en La Haya?
Por supuesto del Poder Judicial de México ni sus luces. No se espera nada. Sabemos que hay un Canal Judicial en TV, pero no vemos que tal cosa exista en la realidad. Lo único que queda como esperanza para lograr justicia en este país es la perspectiva internacional. A propósito, recordemos que hay en la Corte Internacional de La Haya una denuncia contra Calderón por crímenes de lesa humanidad, firmada durante la Guerra Gringa y encabezada por el abogado guerrerense Netsai Sandoval, el 25 de noviembre 2011:
“Felipe Calderón y su gabinete de seguridad fueron demandados ante la Corte Penal Internacional (CPI) este viernes como responsables de la “crisis humanitaria” en la que se cometen “tanto crímenes de guerra como de lesa humanidad” en México (…) La denuncia fue firmada por 18,700 mexicanos en su versión en línea y por 5,000 más de forma autógrafa, entre los que se encuentran intelectuales, periodistas y defensores de derechos humanos. El abogado presentó 470 casos de presuntos abusos y violaciones a derechos humanos por parte de las fuerzas armadas, cometidos desde diciembre de 2006, cuando el presidente Calderón lanzó la Estrategia Nacional de Seguridad para combatir al crimen organizado.
La demanda apela el artículo 28 del Estatuto de Roma –tratado ratificado por México en 2005– que indica que “el jefe militar será penalmente responsable por los crímenes de la competencia de la Corte que hubieren sido cometidos por fuerzas bajo su mando” (…). “Ese artículo establece que los jefes y mandos de Estado no solamente deben abstenerse de dar órdenes que impliquen violar el derecho internacional humanitario, sino instalar controles efectivos sobre sus cuerpos armados para impedirles cometer violaciones. Si los subordinados violan esos derechos, tienen que ser sancionados y eso no ocurre en México”, dijo Sandoval, abogado de la Universidad Nacional Autónoma de México.
“Además del mandatario, ante el máximo tribunal internacional de La Haya fueron demandados los secretarios de Seguridad Pública, Genaro García Luna; de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván; de la Marina Armada de México, Francisco Saynez, así como el líder del cártel del Pacífico, Joaquín El Chapo Guzmán. (…) La querella, presentada por el abogado mexicano Netzai Sandoval, fue recibida este viernes en la oficina del fiscal Luis Moreno Ocampo a las 13:00 de Holanda (08:00 horas en la Ciudad de México), con un documento de 700 cuartillas en el que según el abogado que la entregó, presentan pruebas de las “violaciones sistemáticas y generalizadas” a derechos humanos en el país (…). (Nota de CNN).
Las cortes internacionales se tardan, pero terminan por escuchar como lo muestra el caso de violación por soldados mexicanos en el lejano 2002 de dos mujeres indígenas que le ganaron el caso al Estado Mexicano. El hoy gobierno expresó su plena colaboración con el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, y prometió llevar a cabo todas las acciones necesarias para ejecutar la sentencia que esa Corte emitió a favor de Inés Fernández Ortega y Valentina Rosendo Cantú, también guerrerenses (tlapanecas) que recurrieron en 2009 al organismo internacional para denunciar su violación por parte de miembros del Ejército.
¿Y qué ha pasado en La Haya con la demanda contra Calderón, encabezada por el bravo abogado Sandoval? Con las nuevas evidencias de MVS de que se trató de una guerra gringa, e insisto yo, comandada al traidor presidente espurio mexicano por George W. Bush en la “Iniciativa Mérida”, el juicio tendría que dar un gran vuelco en la Corte Internacional.
http://satiricosas.es.tl @manouscrita
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