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Y ahora… las nevadas
Hace algunos años, 22 para ser exactos, un Gobernador de Jalisco, Guillermo Cosío Vidaurri, pronunció unas celebres palabras para referirse a una tragedia que había dejado cientos de muertos y más de 7 kilómetros de calles destruidas: “Uno les dice que no te subas a la barda, y el niño va y se sube”.
Como era de esperarse, la declaración del mandatario priista generó tal indignación que tuvo que renunciar a su cargo, en medio de un caos que había provocado la explosión.
Días antes, vecinos de la zona que posteriormente quedó hecha ruinas, habían reportado a los bomberos de Guadalajara y otras instancias que se percibía un fuerte olor a gas, pero como eran días de abril en los que las grandes cabezas estaban de vacaciones, nadie se atrevió a molestarlos para informar sobre la situación o a dar la orden de evacuar.
La voz popular acusa a Cosío Vidaurri de “negligencia criminal”.
Tal parece que las autoridades todavía no aprenden a actuar en casos de emergencia; el paso de los meteoros “Ingrid” y “Manuel”, en septiembre del año pasado, que afectó a 22 Estados, dejó al descubierto nuevos actos de “negligencia criminal” y corrupción a todos los niveles, no sólo porque se otorgaron permisos para la construcción de viviendas en zonas irregulares sino también porque salió a relucir la mala construcción de carreteras y la falta de “actitud” tanto de gobernadores como de alcaldes para alertar sobre la furia de la naturaleza.
El fuerte frió que esta semana azotó, principalmente a Estados del Norte del país, es otra prueba más de que no se ha aprendido la lección.
En Nuevo León, La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) puso en marcha el 2 de enero el Plan DN-III en la zona del Cerro del Potosí, en el sur de la entidad, en donde las partes altas quedaron incomunicadas tras las intensas nevadas.
Por la contingencia, la Sedena y Protección Civil de Nuevo León, en conjunto, dispusieron un operativo para apoyar a la población, reforzar viviendas y llevar cobertores y despensas.
Si bien es cierto que a nivel de cuerpos de rescate se tomaron las previsiones necesarias, la actuación del Gobernador dejó mucho que desear: Rodrigo Medina de la Cruz, prácticamente se desapareció y ni en redes sociales comunicó algo sobre la emergencia.
Efectivamente, hasta el momento no se reportan muertes por las nevadas en Nuevo León, pero la aplicación del DN-III indica que hay cierto grado de emergencia.
Lo cierto es que la emergencia ha pasado desapercibida para el mandatario, quien su último post en su cuenta de Twitter es del 31 de diciembre, mismo en el que desea a todos sus gobernados un Año Nuevo lleno de “éxito y salud” para todas las familias.
Ciertamente son vacaciones y todos como seres humanos tenemos derecho a un descanso, pero la función pública es una ocupación que requiere atención las 24 horas del día y los 365 días del año, porque después de todo, sin los ciudadanos, no hay votos.
(SINEMBARGO.MX)
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