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Estado débil
“Todos los países tienen delincuencia, pero ante un Estado fuerte y con control no desafían al Estado de igual a igual, no les es posible tener controlada a la policía como un insumo como ocurre en México donde el Estado es subastado segmento por segmento”, destacó en entrevista.
Agregó que los indicadores señalan que los delitos continúan en aumento en México, por lo que no existe verificación empírica que señale que en un sexenio u otro las cosas iban mejor, que la estrategia funcionaba.
Dijo que el problema más grave es la fragmentación de los mercados criminales y la delincuencia organizada que no sabe dividir territorios, como en Italia, porque el Estado es muy débil y la corrupción es alta.
Buscaglia dijo que “el Estado sigue siendo débil con Felipe Calderón, con Enrique Peña y al ser débil, la corrupción política sigue siendo alta, y eso da incentivos para que grupos políticos se asocien a diferentes grupos criminales”.
Como resultado, agregó, la corrupción política fragmentada hace que cada peón o alfil político se venda al mejor postor, lo cual es el principal incentivo para los grupos criminales para no dividirse sus territorios de manera estable y pugnan por conquistar instituciones del Estado y usarlas como instrumentos de expansión de mercado con fines lucrativos.
“La corrupción política sigue descontrolada, tanto Calderón como Peña ambos no han tomado las medidas que se requieren para comenzar al estilo colombiano e italiano para limpiar a la clase política de todos los partidos, en tanto la violencia va a continuar”, dijo.
El ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, es el mejor ejemplo de esa corrupción, y de realizarse una investigación patrimonial se puede llegar a socios empresarios, políticos, centros comerciales, negocios donde el dinero se hizo de la noche a la mañana.
“No ha existido ningún tipo de control patrimonial más o menos efectivo ahora que con Calderón, sigue siendo el mismo vacío de Estado, hay muchos como Abarca, muchos presuntos mafiosos como él y mientras no se les hagan controles patrimoniales la orgía de violencia va a continuar”.
La corrupción política es mayor en los ayuntamientos porque están feudalizados por diferentes grupos criminales, o por corrupción política que se vende al grupo delincuencial que consideran más poderoso y eso genera mucha violencia, va de nivel municipal hacia lo federal, refirió.
“En los países donde la corrupción se ha desorganizado, se ha atomizado, la delincuencia organizada se transforma en delincuencia organizada de Estado en el sentido de que las mismas fuerzas policiales y militares pueden llegar a comprometerse como sucedió antes en México, no es novedoso que porciones de la policía sean usadas por un grupo u otros criminales”, destacó.
En este sentido, afirmó, es muy difícil frenar eso sólo a través de una limpieza e investigación patrimonial, ya que la corrupción policial es derivada de la corrupción política, un ejemplo es la elaboración oscura de las listas de candidatos de los partidos, lo que da incentivo a los políticos a que en asociaciones ilícitas coloquen a sus mafiosos y se conviertan en políticos de la noche a la mañana y eso genera también violencia por la disputa de los grupos adversarios que pelean territorios y ámbitos políticos del Estado.
En México, en 90% de los expedientes judiciales hay evidencia de la penetración del crimen organizado a nivel político, refirió. La solución, agregó, es en primer término un pacto político para realizar investigaciones patrimoniales y entregar a los miembros de los partidos relacionados con el crimen, como ocurrió en Colombia e Italia.
Además, el establecimiento de unidades estatales de investigación patrimonial, inserción laboral de jóvenes para evitar que se vayan al crimen y la aplicación de los cuatro puntos de la Convención de Palermo, aseguró Buscaglia.
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