martes, 21 de abril de 2015

El patrimonialismo de los toluquitas

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Índice Político
Además de todo, 
¡Son insoportables!
Francisco Rodríguez

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Hace unos días, en un programa de la televisora del régimen, un “atrevido” comentócrata, premiado con uno de los carísimos sillones de las Comisiones Energéticas zedillistas que están malbaratando al país en las fracasadas “rondas” de Pemex, trajo a cuento‎ una anécdota política.

Contó en audiencia nacional con horario triple A que, cuando Peña Nieto lo invitó a su sexto informe de Gobierno en Toluca, al llegar a las goteras del EdoMex, en La Marquesa, su auto fue detenido por una patrulla federal comisionada al efecto, la que lo escoltó desde ahí hasta el auditorio sede en Toluca.

Él mismo reconoció, con la ‘humildad’ que caracteriza a estos nuevos sultanes de la Patria, que no era necesario, pero que por respetar “los usos y costumbres” de los de Atracomulco, se sometió de buen gusto a esa “grata ofensa”.

Relató que le causó asombro y risa interior. Pero que unos cuantos meses más tarde, desayunando en un hotel de postín de esos que se ubican en el Bosque de Chapultepec, fue testigo de las molestias causadas a turistas europeos que querían abordar un elevador de ese establecimiento de gran lujo.

De los tres disponibles, sólo era posible usar uno, lo que provocaba unas filas angustiantes, pues dos estaban reservados para un mequetrefe secretario del gabinete de Peña Nieto que todavía no llegaba, pero que había mandado reservarlos con prepotencia para uso exclusivo de él y su absurda comitiva.

Cuadras más adelante del hotel, fue testigo, en la esquina de Florencia y Reforma, que agentes de tránsito manipulaban el funcionamiento normal de los semáforos, en espera de ser utilizados por la caravana de camionetas y motociclistas de otro badulaque de ese jaez. Nunca supo si era del fuero federal o local.

En todo caso, relató con cierto desparpajo esas experiencias que revelan de cuerpo entero el abuso, la suficiencia y ampulosidad de una casta gobernante, alejada de toda moderación institucional, que no desea ajustarse a ningún límite.

El patrimonialismo de los toluquitas

De una casta que, a pesar de que pregona estar dispuesta a que se “implemente” un presupuesto base cero, no pude acostumbrarse a conducirse bajo criterios de honestidad, honradez y mesura republicana. ¡Hágase lo que dios manda, pero en los bueyes de mi compadre!

Proponen que se ensaye una nueva forma de gasto, el presupuesto base cero, donde tendrían que desaparecer por principio, todas esas prebendas, exquisiteces y excedencias, tales como guaruras, consejeros de volante, acompañantes, valets íntimos, helicópteros, vacaciones con contratistas, golf cada semana o cuando se antoje, gastos sin comprobar, etc., pero no lo hacen por convencimiento, sólo por moda, por costumbre.

‎Imagínese usted, estimado lector, si van a tener los conocimientos, la precisión ejecutiva, el análisis de la situación exacta de las necesidades del país en todos sus rubros, para hacer el diagnóstico exacto de lo que se puede ajustar o ampliar para imponer razonablemente los criterios del “base cero”!

Los toluquitas no están dispuestos a ajustar sus estipendios, sus conforts , ni sus carísimos lujos, necesidades de todo tipo y gastos, con cargo a nuestros impuestos, porque no responden a ninguna rienda, porque a lo mejor ven que nadie pone el ejemplo para ‎respetar lo que se ordena.

Mientras el titular del Ejecutivo no “tenga a bien tomar las providencias necesarias para disponer” y exigirles que de ahora en adelante, los usos de los bienes públicos y de los erarios, se someterán a la disciplina que él está asumiendo con su ejemplo, no habrá solución posible. ¡Seguirán apareciendo casas en Las Lomas, ¡como ahora las de Osorio Chong!

¡‎Se están ahorcando con su misma reata!

Porque en el fondo están jugando, en la inconsciencia, con el temple de un pueblo que ya no está dispuesto al engaño, ni a pasar por alto los frenesís del poder Atracomulca, sus desplantes enfermizos, sus anomalías esquizofrénicas, su patrimonialismo ñoño y absurdo.

‎Porque en el fondo, su comportamiento atrevido, aunque creen que responde a su audacia para atracar el tesoro nacional, no es producto de la valentía o del arrojo personal, sino de la inconsciencia casi “Down” que produce la ignorancia supina de las leyes y de las consecuencias de sus actos.

Korenfeld, la vergüenza de sus abuelos

No cabe duda que se trata de personajes “premodernos”, todavía más parecidos a la saga de caricaturas de la familia Burrón, con enorme respeto a su bien recordado creador Gabriel Vargas, que a los patanes recreados en las parodias chuscas, que pretenden imitar con sus desplantes acríticos, descerebrados y delincuenciales.

Comportamientos cortesanos, casi feminoides, que los hacen aparecer ridículos en medio de una sociedad carcomida y polarizada por la voraz desigualdad, donde no hay para comer y la gente se juega la vida a diario en la selva urbana o rural de la violencia sin freno, que provoca la falta de empleo y oportunidades de salida a la mega crisis que con su inconsciencia “gubernamental” provocaron y hoy pretenden sangrar.

Posiciones y conductas halagadoras con sus “superiores”, alambicadas pretensiones de lealtades de súbditos monárquicos, sin una puta idea de las penurias por las que atraviesa el país, a las que hay que enfrentar con actitudes progresistas y republicanas.

Extremos demenciales por autoritarios, en últimos nombramientos, en los que el virrey Videgaray se sirve, como siempre, con una cuchara desquiciante y pone al frente de la Administración General de Aduana$, a un chiquillo de 26 años que lo primero que hace es “subir” una selfie para sus cuates y “seguidores” con actitud puñetera y desafiante.

El colmo de la imprudencia, la falta de sentido de la ubicación y de la proporción. La inconsciencia total. ¿Qué se puede esperar de él? ¿Transparencia y rectitud?‎ ¿A qué lo mandaron?

Y luego les tiembla la mano a quienes los propusieron para aceptarles la renuncia, como las indecisiones con Korenfeld, argumentando en boletines oficiales que es una pena, por lo mucho que aportan ¡con sus conocimientos de administración pública!

Si los abuelos judíos de estos próceres de cagada, a quienes les costó trabajo abrirse paso en las mercerías del centro, son los primeros que critican sus desplantes. Alguien comentó que uno de ellos comparaba las actitudes del nieto ¡con las de los nazis en los campos de concentración!

Si no siguen ni el ejemplo de sus ancestros, la disciplina y lealtad para con el país que los acogió en su desamparo universal, menos van a respetar los sentimientos de un pueblo que en mala hora los designó para altas encomiendas.

Y se creen sus engañosas encuestas

‎La gente los ve como rufianes y rateros de poca monta, con grandes obsesiones y escaso barniz. Peleles improvisados para el ejercicio público que servirán como enlaces de sus “superiores” para canalizar a sus bolsillos los “moches” y las “comisiones” de los contratos y las amenazas del 25% p’arriba, ¡hágase o no se haga el “brinco” o la “vuelta”!

Ignorantes de tres al cuarto, que ni siquiera saben escribir, leer, hablar, pensar, escuchar, decidir, ‎ni conocen el significado de los verbos esenciales del ser humano, menos van a conocer jamás el delicado equilibrio del gobierno. ¡Y todavía hay que soportar sus actitudes prepotentes y sus humores!

Tienen empantanada y desajustada la economía nacional, aparte de que ya destrozaron las bases del sistema productivo, industrial y la planta de empleo del país, que tardará demasiado tiempo para poder volver aún a las tasas ridículas de crecimiento del 2% del PIB de los últimos 30 años.

El mercado interno desmadejado, sin posibilidad alguna de alcanzar los mínimos de consumo, producción y empleo de los últimos lustros, de por restringidos y acotados por la falta de una política económica digna de tal nombre.

Encima del país, la voracidad sin freno de estos caudillos ignorantes y lisonjeros que en mala hora elegimos para desempeñar las tareas que demandaba el momento cumbre nacional, y al contrario, hoy nos tienen al borde del peor de los abismos. Literalmente, en el despeñadero.

Creyendo que los números electorales y las encuestas que ellos mismos mandan a hacer los favorecen, se encaminan a la derrota ejemplar el 7 de junio. Han hecho todo lo que no se debe de hacer y lo merecen.

Yo no sé quién les metió en la cabeza que la movilización electoral puede inducir el voto de un pueblo asediado por el hambre. ¡Yo no sé quién los engañó con el mito de que el PRI cuenta con una maquinaria aceitada, mágica, que troca la desesperanza en expectativas!

La realidad es que los desplantes corruptos, los abusos de la casta dirigente y sus ofensivas limitaciones, son del conocimiento público del elector. Con esos antecedentes nadie podrá revertir el resultado negativo en las competencias donde está en juego la elección del candidato a Gobernador en cualquier Estado.

En relación a los resultados que esperan en la elección de diputados federales, atenidos a una mayoría simple que les reportará el Verde Ecologista, siento que están apostando demasiado a otra pandilla de incompetentes, merecedores de incontables impugnaciones.‎ ¡Tales para cuales!

En medio de esta vorágine de miasmas, los mismos damnificados de siempre: los más vulnerables. ¡Por esto, y mucho más, son francamente insoportables!

Índice Flamígero: Sobre otro insoportable versa hoy la colaboración de El Poeta del Nopal: “El que a buen árbol se arrima / buena sombra lo cobija, / se cuela en cualquier rendija / para llegar a la cima; / el presidente lo mima, / la sociedad lo condena, / apechuga Jesús Mena / y con pesar se escabulle / mientras Alfredo construye / ¡burdos castillos de arena!”.

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