jueves, 20 de agosto de 2015

La crisis en el PRD parece interminable

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Proceso

Última llamada para el PRD
ROSALÍA VERGARA

La crisis por la que atraviesa el PRD parece interminable. La corriente Nueva Izquierda, enquistada en la dirigencia desde 2008, no alcanza a ver el rumbo, pese a que, como lo advierte Ifigenia Martínez, es la última llamada para corregir el partido. Con todo, en el Quinto Pleno Extraordinario del IX Consejo Nacional, Los Chuchos y sus seguidores reafirmaron su pragmatismo político y volvieron a hablar de las alianzas electorales, uno de los asuntos más espinosos para los perredistas.

MÉXICO, D.F. (Proceso).- En 2007, los críticos de Nueva Izquierda (NI), la corriente del Partido de la Revolución Democrática (PRD) que ocupaba la presidencia, lo advirtieron: el partido se está desdibujando.

Ocho años después, NI sigue ocupando la presidencia, y aunque la crisis por la que atraviesa el partido ya tocó fondo, según el documento que se leyó en el Quinto Pleno Extraordinario del IX Consejo Nacional perredista, la dirigencia aún no define qué rumbo seguir.

El anuncio del presidente del PRD, Carlos Navarrete Ruiz, de que dejaría el cargo en los próximos meses fue electo por mayoría en septiembre de 2014 en unos comicios internos realizados por primera vez por el Instituto Nacional Electoral–, terminó por cimbrar a la organización.

Ifigenia Martínez, fundadora de esa agrupación política, considera útil hacer un examen de conciencia, pero en este caso debe hacerlo “frío”, sobre todo por la situación del país. Eso permitirá tener una visión correcta del rumbo de la izquierda, comenta a Proceso.

puntualiza–, hace falta un análisis de fondo”, pero la Comisión de Diálogo creada para ese fin tiene la encomienda de hablar con otros actores de izquierda para unirlos.

También dice estar consciente de las críticas: “Yo no digo que sea el último intento, sino para que sea un último intento para corregirse. El PRD es una asociación de humanos que tenemos virtudes y defectos”.

Para Martínez, la única manera de hacer política es dialogando. Y si hay coincidencias, es posible tejer alianzas para las gubernaturas en 2016 y para la elección presidencial de 2018. Por eso, sostiene, los perredistas tendrán que buscar a los notables de izquierda para recuperar su proyecto y plantearse objetivos concretos, como mejorar el sistema educativo.

Uno de los propósitos centrales del perredismo es disminuir o eliminar el peso de las corrientes en la toma de decisiones, porque obedecen a intereses, asegura. Y reitera: “Hay mucho qué hacer; hay que ir al fondo de las cosas y buscar soluciones”.

Los detractores de NI acusan a Los ChuchosJesús Ortega y Jesús Zambrano, expresidentes del PRDy al propio Navarrete de alejar al partido de sus principios, de orillarlo al abismo electoral con la debacle electoral del pasado 7 de junio, principalmente en el Distrito Federal.

Y señalan, entre sus principales fallas, la alianza con el Partido Acción Nacional (PAN) en lugar de apoyar a los llamados partidos de izquierda. Lo peor, dicen, es que en el Quinto Pleno Extraordinario del IX Consejo Nacional, realizado el viernes 7 y el sábado 8, el PRD aprobó por mayoría la política de alianzas para 2016.

“Se precisó que las alianzas con el Partido Acción Nacional no se realizarán en lo general, sino que se concretarán de acuerdo a propósitos electorales específicos”, privilegiando acuerdos con los partidos de izquierda y rechazando acuerdos con el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Asimismo, el Consejo Nacional aprobó por unanimidad la creación de la Comisión de Diálogo con las Fuerzas Progresistas y de Izquierda “como anexo al documento de propuestas para fortalecer y transformar al partido”.

La comisión estará integrada por Pablo Gómez, Leonel Godoy, Luis Sánchez, Ariadna Montiel, Elpidio Tovar e Ifigenia Martínez, quien sigue teniendo buena relación con Andrés Manuel López Obrador, líder del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

El viernes 7, poco antes del Consejo Nacional, la agencia Apro informó que algunos militantes del PRD aprovecharían el evento para pedir la renuncia de Navarrete Ruiz; incluso dos diarios de circulación nacional, Milenio y La Jornada, publicaron el borrador del texto que se repartirá entre los consejeros para luego someter esa decisión a votación en el Congreso Nacional del 25 y 26 de septiembre próximos.

Tras la difusión de la información, Navarrete admitió que dejará el cargo: “Ya estoy haciendo una ruta. Se las adelanto de una vez: estoy proponiendo que el relevo de la dirigencia sea acordado con preparación suficiente. ¿Qué traigo conmigo? La enorme satisfacción de haber servido estos meses.  El honor de ser presidente nacional, que es el máximo honor que un presidente puede tener, mi aportación en los errores y aciertos obtenidos y mi disposición a seguir trabajando con mi partido, como presidente y como militante incluso”.

El mensaje del adiós

En su mensaje ante el Consejo Nacional, Navarrete se jactó de haber sido elegido por más de 2 millones de afiliados. Los perredistas, dijo, iniciaron una nueva etapa, pero por primera vez en 26 años de existencia sufrieron una fractura en 2012.

​Sin nombrar a Andrés Manuel López Obrador, Navarrete admitió que su renuncia al perredismo para formar Morena “fue el inicio de acontecimientos adversos que cimbraron al PRD en los últimos tres años… el largo proceso de unidad fue roto y la creación de un nuevo partido tuvo como principal objetivo debilitar al PRD.

Otro golpe, añadió, fue la renuncia del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y “una treintena de dirigentes, legisladores, exfuncionarios y alrededor de 700 afiliados”.

También se refirió sin nombrarlo a Marcelo Ebrard, como el exjefe de Gobierno que compitió por una candidatura a diputado federal en medio de una polémica sobre su gestión en el Distrito Federal.

“Este consejo no lo eligió como candidato y decidió irse a buscar espacios en otro partido… Nunca, en 26 años, habíamos vivido una situación semejante”, expuso Navarrete. Sin embargo, aclaró, la fractura de la izquierda no sólo se refleja en las cifras.

“Las relaciones políticas entre el PRD, Morena y MC se han ido deteriorando en los últimos tres años. Da la impresión de que el objetivo principal de esos dos partidos es el exterminio del PRD, pues no sólo han cerrado hasta ahora cualquier posibilidad de alianza electoral, sino que escalan las diferencias y la confrontación hasta niveles que alcanzan la descalificación política”, dijo a manera de justificación.

Y concluyó: el PRD “está terminando una etapa de vida”.

Ni las cuentas les salen

La debacle del PRD no se inició con los resultados electorales del pasado 7 de junio. Es producto de la crisis interna derivada de la firma del Pacto por México en 2012, así como de la penetración del crimen organizado en el partido, su conducción interna y su acercamiento con el gobierno de Enrique Peña Nieto.

​En el documento final del Consejo Nacional de la semana antepasada, Propuestas para fortalecer al PRD, se hizo una dura crítica a la conducción del partido, a su pragmatismo electoral, al papel de las corrientes convertidas en franquicias y a su alejamiento de la ciudadanía y las causas sociales.

Los perredistas expusieron: “Está claro que esto no puede continuar. Hemos llegado a un límite. Los resultados electorales son evidentes. Hay que dar ya, impostergablemente, un vuelco a esta situación”.

​Por eso su decisión de cambiar de dirigentes. En el apartado “Medidas y acciones urgentes”, destacaron que “debe contemplarse, de ser necesario, el cambio de la dirección política del partido en los tres niveles o anticipar la renovación previo a 2018, cuando se realicen los comicios presidenciales.

Admitieron también que deben actuar con transparencia y evitar la corrupción; hablaron incluso de evaluar a sus gobiernos a través de controlarías ciudadanas. Cualquier perredista acusado de corrupción será desafiliado del partido, dijeron.

​El Consejo Nacional rindió un informe sobre sus finanzas de 2015 rumbo a las elecciones intermedias. En el primer semestre, aprobó créditos por 141 millones 773 mil pesos; de agosto a diciembre obtuvo créditos por 85 millones 572 mil 212 pesos. Según el informe, los gastos por campañas en 2015 rebasaron los 637 millones de pesos.

Asimismo, el partido pagó 60 millones 340 mil 898 pesos a proveedores, canalizó 5 millones 598 mil para órganos electorales y la estructura electoral ascendió a 49 millones 920 mil 139 pesos. La coalición con el Partido del Trabajo costó al PRD 29 millones 739 mil pesos; 3.7 millones para el pago de multas, y 37 millones 311 mil 796 pesos para sanciones en las entidades.

Lo que se transparentó fueron los créditos bancarios solicitados el año pasado por 412 millones 500 mil pesos. De ese total, hasta diciembre tenían un saldo pendiente de 240 millones 352 mil 996.62 pesos; unos deberán liquidarse en agosto y septiembre de este año, otros en mayo y julio de 2016 y en octubre de 2017.

El pasivo del PRD con proveedores abarca desde la campaña intermedia de 2009 hasta la campaña federal de 2012 y fue por 46 millones 460 mil 344.74 pesos. Los pendientes al 31 de diciembre de 2014 eran por 7 millones 612 mil 147.87 (la suma corresponde al año previo) y 26 millones 169 mil 232.42 pesos, a 2014.

No hay comentarios: